Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este martes 19 de marzo

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Pintor, diseñador y pensador de fuerte personalidad. También filósofo, activista, ideólogo y hombre avanzado a su época. Todo eso y más fue César Manrique. Y todos estos aspectos quedaron impregnados en la cultura popular lanzaroteña. En especial, su defensa por el entorno.

El culmen en su faceta ecologista quizá habría que marcarlo en 1985, siete años antes de su pérdida, cuando atemorizado por la deriva de construcción incontrolada dio a conocer su famoso manifiesto Momento de parar. Ahí dejó bien a las claras que no iba a claudicar, enfrentándose abiertamente a buena parte del empresariado y la clase política. Este espíritu contestatario fue el que le hizo encabezar manifestaciones, caso de las registradas contra el hotel en plena playa en Puerto del Carmen; y el que le valió para ser un referente internacional en medio ambiente.

Murió, pero su impronta y su legado quedaron. Y fue a la Fundación César Manrique a la que le quedó la responsabilidad de mantener la bandera verde bien visible. Y así fue en el caso de las grandes construcciones que proliferaron en las costas de Yaiza y Teguise, muchas aún en tela de juicio. Su papel sirvió para articular y dar realce la moratoria al crecimiento turístico. Y gracias.

A dos meses de celebrar el centenario del nacimiento, Lanzarote se merece una revisión de su obra y de sus pensamientos. Y corresponde a Fundación e instituciones públicas, con el Cabildo al frente, obligarse a que así sea.

Manrique se merece ser celebrado en todas sus dimensiones, a lo grande y con consenso. Con muestras artísticas y espectáculos, por supuesto; con actividades escolares y encuentros populares, faltaría más. Pero también con debates y espacios para la reflexión. Nos merecemos que se revitalice a César con valentía, para que siga sirviendo de faro.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios