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La maquinaria electoral

Jueves, 1 de enero 1970

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En Andalucía tira aún el recuerdo de Felipe González y Alfonso Guerra para votar socialista. Una especie de mescolanza de andalucismo y progreso que impregnó pronto en la Transición y que ha permitido al PSOE gobernar ininterrumpidamente. Guerra estuvo en el último mitin de Susana Díaz cuando el proceso de primarias para aspirar a la secretaría general en Ferraz en 2017 que perdió ante Pedro Sánchez. Allí, al sur, la maquinaria electoral socialista logró agrupar mayorías sociales consecutivas en ayuntamientos y un poder autonómico para dar y tomar. Todavía queda mucho de eso y juega a favor de Díaz. La victoria al parecer la tiene asegurada, la cosa está en decidir con quién pactar al día siguiente. Eso sí, siempre y cuando el otro esté por la labor. Y es aquí donde emerge el serio riesgo de unos segundos comicios en cuanto que nadie querrá casarse políticamente en un pacto andaluz a la espera de los comicios locales de mayo por no mentar la posibilidad de las generales a comienzos de 2019.

En esta campaña los candidatos han dicho de todo sobre sus no preferencias. Es decir, con quién no entenderse esta vez. Pero cuestión distinta será cuando se pronuncien las urnas y no quede otra que amoldarse a las circunstancias. Panorama que se complicará si Ciudadanos supera al PP y no querrá entonces alianzas sin más con el PSOE para estirar el crecimiento al resto de España en detrimento de los populares. En cuanto a la incógnita de Vox será mejor esperar al domingo por la noche para aclararlo, y no es lo mismo obtener un escaño en Almería que varios en la comunidad autónoma. Vox puede ser algo anecdótico o el comienzo de una nueva realidad en el sistema de partidos. Los andaluces tendrán la primera palabra.

Teresa Rodríguez afirma tener las manos libres para pactar. Que aquí Pablo Iglesias poco tendrá que decir. Pero Iglesias necesita a Sánchez y este a su vez sabe que en Andalucía los socialistas se resistirán en sacrificar a Díaz. Todos a una. Sobre todo, tras el proceso de primarias que dejó como estela que Díaz se enrocase en su tierra: único feudo electoral por hoy de la socialdemocracia. Hemos visto de todo a estas alturas. Se hace y se deshace. Pensemos, por ejemplo, en los independentistas catalanes que aún maniobran en la sombra para hacer ver por momentos que se puede hablar de los Presupuestos Generales del Estado, aunque conlleve visita de Iglesias a la cárcel. Un escenario muy raro que conviene aclarar a la mayor brevedad, si es posible. Mañana tendremos la primera prueba del nuevo ciclo. Muy abierto. Reina la incertidumbre estatal.

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