Llega Marlaska

Ahora, en una de las peores crisis migratorias que sufre Canarias, y tras una evidente mala ¿gestión? del Gobierno central, donde Migraciones opina una cosa, Defensa otra, Interior otra y así con todo, Marlaska hace acto de presencia tras unas semanas de mucha tensión con el presidente canario. Clavijo tildó de «estupideces» algunas afirmaciones del ministro, a lo que este respondió rápidamente pidiendo que bajara el tono y el mensaje.

Pero no es momento, precisamente, para rebajar el tono ni morderse la lengua. Canarias sufre en solitario, y ante el abandono de Europa y España, la masiva llegada de unos inmigrantes que se juegan la vida para luego malvivir en el archipiélago, en una parada casi permanente donde la única estrategia desde Madrid, al parecer, es la de construir más y más centros de acogida, en lugar de exigir un reparto equitativo de estas personas por todo el país o en el resto de países europeos. Ya se acabaron los análisis, los discursos y las visitas para la foto, ministro. Urge una solución eficaz y valiente, en lugar de ver quién grita más fuerte.