Oda al (buen) fútbol
Los teóricos 'galácticos' fueron meros peones
Conozco a mucha gente que odia el fútbol. Algunos porque no han hecho el esfuerzo de ver un buen partido, otros porque el día que ... lo hicieron, les tocó en suertes uno desastrosamente malo y hay un tercer grupo que ancla ese rechazo en la desaprobación que les produce ese perfil del futbolista como un niño rico, mal educado, que derrocha dinero, que recibe todo tipo de prebendas y que es tratado como un héroe cuando no merece tanta estima y reconocimiento social.
Admito que hay argumentos a favor para todo eso, pero también creo que este año tanto la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones de fútbol como la final de la Copa del Rey han sido un canto al mejor fútbol visto en años. En muchos años. Y también al fútbol entendido sobre todo como deporte de equipo y no tanto de estrellitas, con unos estrategas detrás que a veces visten de corto y otras muchas lo hacen en los banquillos, unos a pie en la zona técnica y otros en el anonimato de los entrenamientos y las sesiones técnicas previas.
Los partidos disputados este martes y este miércoles creo que serán visionados por las generaciones futuras en las academias de fútbol. Porque se han visto modelos diferentes de encarar un partido y también soluciones tácticas que se iban poniendo en función de lo que hacía el contrario. Tanto en la Copa del Rey como en la Champions ha habido pasajes en los que los entrenadores parecían jugadores de ajedrez de primera categoría, intercambiando piezas, diseñando aperturas o defensas y reaccionando cada uno a lo que hacía el otro.
Todo ello con el añadido de que sobre el césped había eso que se conoció como 'galácticos' o sencillamente futbolistas de cachés estratosféricos, pero que a la hora de la verdad fueron peones, incluso gregarios.
Así, en el emocionante partido entre el City y el Madrid, las crónicas se quedan al final con dos futbolistas -un portero y un central- que durante gran parte de la temporada fueron cuestionados y que se convierten en héroes por los 120 minutos desplegados y por esa aparente lotería que es la tanda de penaltis. Pero es que incluso en ese trance final hubo sesiones de estudio, estrategia y cabeza fría.
Insisto: es para verlo muchas veces.
Pd. Toca despedir a una familiar. Fueron muchas horas compartiendo pared con pared, jugando con Catalina y Paquita en la huerta y viendo cómo crecía José Ramón. En el momento del adiós a su madre, un abrazo a la familia. Descansa en paz, Rosario, Saro, Saruca.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión