El Estado falló
Cuando está a punto de cumplirse un año de la dana que asoló buena parte del flanco mediterráneo peninsular, con Valencia como epicentro de casi ... todas las desgracias, cuesta encontrar algo que se salve. Excepción hecha, por supuesto, de la resignación y la capacidad de tirar hacia delante de la ciudadanía, tanto de los directamente afectados como de aquella legión de hombres y mujeres que se echaron a caminar cargados de baldes, cepillos, fregonas y víveres para echar una mano a los perjudicados.
Asistimos entonces ante el fracaso del Estado. Pero cuando digo el Estado digo tanto el Gobierno central, como el autonómico y los ayuntamientos, porque todos conforman el Estado. No hubo previsión en un lugar donde las danas son frecuentes; no hubo planificación urbanística acorde a ese riesgo evidente;no hubo educación a la ciudadanía sobre cómo reaccionar cuando los meteorólogos alertan de un peligro y, cuando ya llovía, no hubo capacidad de reacción.
Si todo lo anterior no tiene excusa, tanto o más sangrante es que, una año después, al fallo sistémico del Estado haya que añadir la ausencia de depuración de responsabilidades políticas. Da la sensación de que se está esperando a que la Justicia diga si hubo o no delito, pero eso es judicializar el fiasco, cuando lo que toca es que los hombres y mujeres que tenían que haber hecho algo se fueran a sus casas tras pedir públicamente perdón. En ese capítulo, lo de Carlos Mazón se acabará estudiando como el perfecto ejemplo de lo que no hay que hacer: no solo es que se mantenga en el cargo, sino que cada día que pasa afloran nuevos datos que desmontan las muchas versiones que ha ido ofreciendo de su ausencia. Y su partido parece rehén de no se sabe bien qué, porque la mala gestión del asunto y las muchas dudas sobre aquel aciago día del presidente valenciano están contaminando la imagen del PP. A estas alturas, no hace falta ser de Valencia para intuir que el PP pierde dejando que Mazón sigue en el cargo y, también, que puede salir ganando si fuerza su relevo.
Como ya ha pasado en lo relativo a la gestión de la pandemia, estos episodios deberían servir para analizar qué se hizo mal y qué no se debe repetir cuando se produzcan episodios similares, ya sea en Valencia o en cualquier otra parte de la geografía española. Pero como también está pasando en las investigaciones políticas sobre los contratos en la pandemia, nada de eso se está afrontando. Otro fallo del Estado...
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