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Vienen los reyes. Es de agradecer la visita de los monarcas hoy a las zonas afectadas por los incendios que azotaron Gran Canaria el pasado mes de agosto. ¿Pudieron venir antes? Sí, pero no hay olvidar que la agenda real, sobre todo la de don Felipe, estuvo marcada por la incertidumbre de un país sujeto a los caprichos de la ‘no negociación’ entre el presidente en funciones y Unidas Podemos para una investidura que finalmente no se debatirá. Cuentan que esta visita de hoy se enmarca en una gira que llevará a los reyes por zonas afectadas a su vez por otros dramas de este verano, como las lluvias torrenciales en el este y el centro peninsular. Y no es baladí que se unan ambos hechos, pues se encuentran entrelazados por un denominador común: la evidencia, constatada por los expertos, de la crisis climática hace que tanto los incendios como los fenómenos de gota fría tengan efectos más devastadores que en los años precedentes. Negarlo, como hizo Vox en un lamentable episodio en el Senado, es darse de cabezazos contra la realidad. Evidentemente los reyes ni apagan fuegos ni evitan lluvias torrenciales, pero se agradece que la jefatura del Estado demuestre, como diría Ángel Víctor Torres, que es de carne y hueso.

Los primeros sondeos. Las encuestas publicadas ayer por El País y La Vanguardia apuntan que la polarización del voto favorecerá en noviembre al PSOE y al PP. Es lo que dan por hecho en La Moncloa, porque de otra forma no se explica la estrategia seguida por Pedro Sánchez. Es como si los dos partidos se hubiesen puesto de acuerdo para regresar al bipartidismo, de manera que por un lado sufriría el PSOE y por el otro Ciudadanos y Vox. Pero la suma de los bloques de izquierda y derecha será similar, o en todo caso favorable al del PSOE-Podemos, con el añadido de que ahora mismo la relación entre esos dos partidos es más que tormentosa, de manera que a ver cómo se explican que se vean obligados a un pacto. Para enredarlo todo aún más, ERC se mantiene en el horizonte de los 13-15 escaños, lo que lo convertiría en clave para la gobernabilidad por el lado de la izquierda. En cuanto a Coalición Canaria, ambos sondeos le asignan un solitario escaño. De ser así, estaríamos ante la constatación de que la estrategia de acercamiento de Clavijo, Oramas y Barragán al PP solo habría servido para engordar a este partido y vaciar de contenido el mensaje nacionalista de Coalición. A ver cómo se lo explican a sus compañeros de otras islas, esos que batallan por la supervivencia de CC como fuerza con un vínculo a la tierra por encima de otras consideraciones oportunistas en Madrid.

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