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El debate madrileño

Del director ·

Díaz Ayuso fue a arriesgar lo mínimo

Jueves, 22 de abril 2021, 06:41

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Si las elecciones de Madrid son una antesala de las generales, viendo anoche el debate, hay que concluir que Pablo Iglesias echa de manos seguir en el Gobierno, que el PP y Vox evitan cruzar críticas y reproches, que Ciudadanos se aferra al discurso de que otro mundo es posible y que hay un partido llamado Más País, con escasísima presencia en las Cortes, pero que, a poco que se despisten en Unidas Podemos, puede robarle el espacio electoral. También que Isabel Díaz Ayuso transita entre momentos en que da la sensación de que es aguerrida y otras en los que parecía que se iba a derrumbar ante la ofensiva de la que era objeto.

En un debate a seis, Isabel Díaz Ayuso fue con la lección bien aprendida: arriesgar lo mínimo, porque ganar el debate pasaba en su caso por no cometer un error mayúsculo, dejar que el resto fuesen los que atacasen para luego sacar ella su particular 'rejo', que lo tiene.

Otra cosa es que, si no consigue mayoría absoluta, ¿cómo puede articular una alianza para gobernar? Pues, visto lo visto anoche, con Vox. Salvo en el capítulo de la tristemente famosa pancarta sobre los menores no acompañados, Díaz Ayuso y Monasterio evitaron los reproches. Yen ese polémico asunto, la candidata del PP se desmarcó ligeramente de Vox, pero lo hizo saliéndose por la tangente para arremeter contra Pedro Sánchez, que es un principal estrategia de campaña. ¿Y puede haber un pacto del PP con Ciudadanos? Si nos dejamos llevar por el debate, no parece fácil, pues Edmundo Bal cargó con severidad contra Díaz Ayuso y las políticas del PP. Pero tal y como está Ciudadanos y su necesidad de un techo, no descartemos que entre en el Gobierno madrileño si con ello alarga su vida. Yque incluso lo haga con Vox como tercer aliado.

En cuanto a la izquierda, por allí estaba Gabilondo, el hombre que admite que es soso pero al que se atribuye el mayor nivel intelectual entre los competidores. Puede que sea así pero desde luego lo suyo no son los debates : hubo fases en los que estuvo perdido, con discursos que no sabía como rematar y con una puesta en escena que tampoco le ayudó -mirar a la cámara que no era la suya en la primera intervención es como para suspenderlo en telegenia-. En comparación, sobresalió por momentos Mónica García, si bien no supo salir del atolladero cuando, hablando de paro, fue incapaz de decir la fuente en la que se basaba el gráfico que enseñaba.

¿Cambiará el debate el resultado electoral? Pues creo que no. Es más: a ver qué dicen las cifras de audiencia, pues a la misma hora estaba Rociíto en Telecinco...

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