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Conocer nuestro vecindario a través del arte

Conocer nuestro vecindario a través del arte

Tribuna libre ·

En Casa África nos hemos aliado con nuestra hermana Casa Árabe para organizar la primera muestra en toda Europa del mejor arte contemporáneo que se realiza en la actualidad desde Mauritania, una forma inmejorable de acercarnos más y mejor a nuestros vecinos

José segura Clavel

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 8 de octubre 2022, 23:38

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Mauritania es un país que nos queda al lado y con el que mantenemos una relación privilegiada, estrecha, cariñosa. Afirmo esto como canario que lleva toda la vida observando los vaivenes naturales de la comunidad mauritana afincada en nuestro archipiélago, un grupo humano presente en nuestros paisajes vitales, que se ha convertido en parte de nuestro día a día.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió con el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, en marzo de este año, en un encuentro que se pospuso en dos ocasiones previas -julio de 2021 y enero de 2022- y que supuso la primera visita de un máximo mandatario mauritano a España desde el año 2008. El presidente mauritano visitó, en esa ocasión, a los reyes y también se desplazó a Casa África, como parte del programa de un viaje de trabajo que le llevó por Madrid, Murcia y Gran Canaria.

El señor Ghazouani vino gracias al ministerio de Asuntos Exteriores, al que la Casa está adscrita, acompañado por una comitiva de una veintena de autoridades de su gobierno, incluidos la primera dama y varios ministros. También les acompañaban el embajador de Mauritania en España, la embajadora de España en Mauritania y personalidades de la sociedad civil del país, incluidos representantes de la patronal y la universidad. Cuatro meses después, el ministro de Exteriores de nuestro país, José Manuel Albares, visitó Mauritania, en la que fue su primera visita oficial al África subsahariana, un periplo que le llevó a este territorio y a nuestro también vecino Senegal.

Más allá de la política y las relaciones bilaterales de alto nivel, basadas en la cooperación en materia de migraciones, pesca y seguridad, me gusta pensar que este intercambio de cortesías es el reflejo de algo que sucede en nuestras calles y nuestras vidas. La proximidad afectiva y geográfica hispanomauritana es real, pero la canario-mauritana es, directamente, innegable. En una actividad que organizamos sobre las oportunidades de negocio en ese país, se subrayaba que, según el INE, en España residen cerca de 10.000 mauritanos, cuya mayor parte se radica en nuestro archipiélago. Las cifras deben ser superiores en la actualidad, una vez normalizada la presencia de la pandemia en nuestras vidas, pero en 2016 más de 6.500 mauritanos viajaron a nuestro país, siendo Canarias su destino principal.

Binter ofrece conexiones directas entre nuestras islas y Mauritania, un país del que nos separan apenas 800 kilómetros si elegimos fijarnos en el trayecto que une Nuadibú y Gran Canaria y con el que existen excelentes relaciones institucionales, a nivel también de gobierno regional, y excelentes relaciones comerciales. Canarias es la comunidad autónoma española que más exporta a Mauritania y si trabajan en el ámbito universitario o de la cultura, sabrán que los intercambios culturales y académicos entre ambos lugares son fructíferos y que se intensifican a ojos vistas.

Este es el contexto general para explicar que, a pesar de la cercanía geográfica y afectiva y de tanto dato que nos aproxima, lo cierto es que no conocemos mucho de ese país ni de sus habitantes. Aunque Nuadibú y Nuakchott figuren en nuestro mapa político y económico, aunque los mauritanos nos tengan tan presentes, seguimos mirando con dudas hacia esa zona de África que queda tan cerca de nosotros. Pensamos en calor, calima, desierto y poco más.

Ese es el motivo principal por el que Casa África presenta esta tarde un proyecto expositivo muy especial, en el que trabajaron sobre el terreno, con dedicación y profesionalidad sin fisuras, el jefe de Cultura y Educación de Casa África, Juan Jaime, y su homóloga de Casa Árabe, Nuria Medina. Ambos se desplazaron hasta Mauritania y visitaron talleres, identificaron proyectos y artistas y dieron con la comisaria que podía llevar a buen puerto una propuesta innovadora: la primera muestra de arte contemporáneo mauritano en nuestro país.

Aicha Janeiro es la comisaria de una exposición que es inclusiva, diversa, cantada y hablada, multidisciplinar, que nos habla de memorias y emociones, sorprendente. Se trata de 'Memorias en movimiento' y se estrenó en Madrid el pasado mes de febrero para posteriormente viajar a Córdoba, expuesta en las dos sedes de que dispone esa institución hermana de Casa África que se denomina Casa Árabe. Ahora llega a nuestra sede canaria, ofreciéndonos un particular oasis al que nos invitan, personalmente, cuatro de los artistas que participan en ella: Mamadou Anne, El Moctar Sidi Mohamed 'Mokhis', Mohamed Sidi y Moussa Abdallah Sissako.

'Memorias en movimiento' presenta la obra de once artistas mauritanos, incluidos los cuatro anteriores, a los que se añaden Oumar Ball, Zeinab Chiaa, Daouda Corera, Malika Diagana, Béchir Malum y Saleh Lo. Los cuatro presentes en Canarias son los protagonistas de una mesa redonda y un acto de inauguración en el que participa también la directora general de Casa Árabe, Irene Lozano. Nuestra cómplice en esta aventura.

Si algo he aprendido de esta muestra, que ahora abrimos para todos ustedes con una enorme satisfacción, es que Mauritania ejerce, como Canarias, de cruce de culturas. La tradición soninké, las máscaras o la senegalesa escuela de Thies forman parte de las trayectorias vitales y artísticas de los autores presentes en la exposición, donde lo negro y lo árabe se funden y la palabra, tanto musicada como simplemente dicha, gobierna sobre la pintura, la escultura, el vídeo.

A través de las obras que les mostramos, descubrirán un enorme amor por la naturaleza, expresado con cuentos que ensalzan la importancia de cada fragmento de la creación en un cuento que nos ofrece Mamadou Anne o con la viveza de los cuadros de Mohamed Sidi, plagados de garzas y peces. También conocerán el poder de las historias, los símbolos y los actos de amor y resistencia gracias a los cuadros de Mokhis. Comprenderán el poder del trabajo en grupo y la emociones que nos unen con la labor de Sissako en torno a un espectáculo musical que promete hacernos llegar pronto. Todo esto y más envuelto en música y cuentos accesibles a través de códigos QR y con esteras dispuestas a lo largo de la exposición para sentarnos en el suelo y dejarnos llevar como si estuviéramos en un pedacito del desierto mauritano, de ese Sahel que tenemos al lado y que está entre nosotros.

Me gustaría finalizar este texto recordando que España y Mauritania comparten vínculos históricos que se remontan a la época de los almorávides, en el siglo XI, y que esta relación se actualiza en nuestros días, basándose en intereses comunes y la vecindad con Canarias. Como mensaje final, desearía subrayar, una vez más, que las relaciones económicas y políticas son significativas, pero los lazos humanos constituyen un elemento fundamental y cada vez más central en nuestras relaciones. Por eso, precisamente, y porque la cultura es lo que nos hace humanos y nos acerca, les invito a conocer a nuestros vecinos en la exposición que inauguramos hoy.

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