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Altas y bajas en las listas del PP en las islas

Jueves, 1 de enero 1970

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En el Partido Popular de Canarias han vivido jornadas de zozobra esta semana a cuenta de la confección de las candidaturas. Más o menos como en el resto de las formaciones políticas, pero con el matiz de que en el PP casi todo se cuece en voz baja, pues se ve que la discrepancia en público está fuertemente penalizada. O lo estuvo.

Una primera información de la periodista de esta casa Bárbara Hernández descubrió el pastel de los movimientos que se estaban produciendo para quitar a unos y poner a otros. Todo ello con el añadido de que el presidente nacional del PP, Pablo Casado, está confeccionando un equipo de aspirantes a las Cortes que no puedan convertirse a las primeras de cambio en su oposición interna. Insisto: exactamente lo mismo que Pedro Sánchez en el PSOE, Albert Rivera en Ciudadanos, Pablo Iglesias en Podemos y hasta Santiago Abascal en Vox.

Con esas premisas, el resultado en el caso de Canarias deja algunos interrogantes. Al quedar desplazados Auxiliadora Díaz y Poli Suárez de la lista al Senado, cabe pensar que los veremos en puestos de salida en la candidatura al Cabildo. O incluso al Parlamento, pero en esta ya se sabe que garantizar el acta se presenta como más arriesgado. Ambos lo merecen por trabajo y también por lealtad al partido. A los que estuvieron, a los que están y seguramente a los que vendrán más adelante, pues se trata de personas de partido, que es algo que no cotiza precisamente al alza en los tiempos que corren.

En cuanto a la candidatura al Congreso, Guillermo Mariscal ve premiada su condición de persona próxima a Casado, de manera que asciende al número uno. Baja un peldaño María del Carmen Hernández Bento, que lleva demasiado tiempo como si se hubiese volatilizado, quizás porque primero fue de Soria, después no, más adelante no aclaró del todo su apuesta por Asier Antona... y esas cosas se pagan.

Entre las incorporaciones, la más novedosa es la de Sergio Ramos como número uno al Senado. Después de estar mucho tiempo formando parte del equipo de confianza de Mariano Rajoy, ahora debe bajar a la arena en busca del voto. Así podrá acallar las voces internas que le echan en cara que está afincado en Madrid, si bien no es difícil encontrárselo -como para no verlo... por aquello de la altura- en la capital grancanaria. En todo caso, me incluyo entre los que piensan que le sobran conocimientos y experiencia política. Y no olvidemos que se sienta en la dirección nacional del partido.

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