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Depender de la dependencia

Depender de la dependencia

Jueves, 1 de enero 1970

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Entramos en una fase de promesas, expectativas y cambios. Se acerca un periodo electoral en el que los políticos sacan su chistera y comienzan a sacar de ella proyectos en su mayoría difíciles de asumir. Comenzarán los discursos que serán rebatidos por el resto de las partes. Cada uno aportará una visión, que muchas veces estará alejada de la cruda realidad, y mientras esto sucede el día a día se hace cada más difícil para miles de personas que entran en una fase de dependencia que llega a convertirse en desesperante.

El proceso de la Ley de la Dependencia en Canarias es hoy en día una odisea. El Gobierno de Canarias tiene las competencias y las familias inician el tedioso camino, a la búsqueda de una plaza para su familiar, con la presentación del papeleo. En ese momento pueden pasar años para que puedan realizar una valoración de la persona, una vez realizada se inicia un nuevo periodo de espera para que llegue la resolución del grado otorgado. Cuando éste llega te alivia, pero es un nuevo engaño, porque la agonía continúa. Hay que esperar a que vuelvan a valorar la situación y presenten un catálogo de posibles servicios, antes de que llegue la ansiada plaza en alguna residencia. ¿Cuántos años puede durar el proceso? ¿Por qué no se agiliza el mecanismo? ¿Por qué el Gobierno de Canarias no delega sus competencias a los Cabildos? ¿Qué soluciones tienen de futuro?

La dependencia se convertirá con el paso de los años en una problema mayúsculo. Los partidos políticos pasan de puntillas, pero nadie llega a abordar la situación desde su origen. Esa letanía de años y años, en la que muchos canarios no ven la solución y fallecen por el camino, no debe admitirse. La sociedad se hace mayor y el mayor debe ser considerado como merece.

Es hora de argumentar criterios y aunar esfuerzos entre Gobierno de Canarias, Cabildos y Ayuntamientos. Muchos políticos están enfrascados en temas que a la ciudadanía no les importa, con disputas estúpidas del «tú más». Hay temas que se están enraizando en la sociedad y que merecen abordarlos con celeridad para evitar males mayores. Depender de la dependencia hoy en día es una pesadilla, y eso no se debe permitir. Las plazas son escasas, se necesitan un mayor número de residencias y la administración debe volcarse en acelerar un proceso caótico que nos abocará a un túnel sin salida. Las personas en situación de dependencia necesitan una respuesta y no, como hasta ahora, una fase interminable que llega incluso a finalizar sin ninguna respuesta.

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