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Bañistas en una playa de las Rías Baixas de Vigo (Pontevedra). Efe
La corriente del golfo

La corriente del golfo

A la última ·

En las piscinas de antes se decía que, gracias a una misteriosa sustancia química, que venía a ser como el bosón de Higgs del pis, surgía un halo rojo en torno al miccionador

Pío García

Logroño

Lunes, 4 de julio 2022, 23:07

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La ambición del Ayuntamiento de Vigo merece nuestro aplauso. Después de alumbrar al mundo entero con sus luces navideñas, dejando Nueva York a la altura de un simple pueblecito con farolas, ahora se ha propuesto limpiar el océano de orines. Era esta una cuestión urgente, inaplazable. Todos los bañistas hemos recibido alguna vez la inquietante caricia de un flujo inesperadamente tibio de agua y hemos rezado para que fuera la Corriente del Golfo con mayúsculas y no la corriente del golfo con minúsculas. A esta medida audaz le veo sin embargo algún problemilla práctico. En las piscinas de antes se decía que, gracias a una misteriosa sustancia química, que venía a ser como el bosón de Higgs del pis, surgía un halo rojo en torno al miccionador. En el mar esto es más difícil, sobre todo en el Atlántico, que es un océano abierto e impetuoso.

Teniendo en cuenta que las multas por mearse en el mar van a ser cuantiosas, supongo que el alcalde lo tendrá todo pensado porque una ley cuyo cumplimiento no se puede vigilar no es una ley sino el catecismo del padre Ripalda. Seguramente a estas alturas ya esté funcionando en Vigo un batallón de socorristas/fisonomistas, equipados con prismáticos de muchos aumentos y dispuestos a escrutar los gestos de los bañistas que se alejan del bullicio distraídamente, como abandonándose a sí mismos. En cuanto se les dibuje en la cara una sonrisa beatífica de alivio y se les aprecie una ligerísima distensión muscular en los mofletes, los socorristas/fisonomistas se lanzarán al agua a lo David Hasselhof, sonando un silbato y con un cuadernillo de multas impermeable atado al cuello, dispuestos a crujir al infractor y, si se resiste, a hacerle una ahogadilla.

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