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21 días

Marta Rodríguez

Jueves, 1 de enero 1970

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21 días. Es el tiempo que, según una extendida creencia, tarda el ser humano en adoptar un nuevo hábito. ¿Usted que me lee diría que ya nos hemos habituado al encierro, al confinamiento, a la falta de cercanía con nuestros seres queridos? La capacidad de adaptación del ser humano es extraordinaria y sí, me atrevería a afirmar que si no lo hemos hecho ya, muchos estamos cerca de lograrlo.

Hoy, que Canarias se encuentra entre las seis comunidades autónomas que mejor están capeando este terrible temporal que nos azota, entra en la ecuación el factor económico. Una ecuación en la que, hasta ahora, al común de los mortales nos preocupaba la sanidad por encima de todo lo demás. Una ecuación en la que no podemos olvidar que la nuestra es una economía que recibe 16.000 millones de euros (el 35% de toda la riqueza de Canarias) del sector turístico, ahora fuertemente golpeado por un virus cuyo impacto nadie adivinó. Unas islas donde el 95% de las empresas tiene menos de diez empleados. Un archipiélago obligado a hacer frente a nada menos que 22.000 ERTE que han dejado en casa, eso sí de forma temporal, a 158.000 trabajadores y trabajadoras. Con esta radiografía, me siento afortunada por no tener que elegir, no ser yo quien decida si se prioriza la salud o el dinero. La primera, por supuesto, siempre por delante.

Hagamos ahora, si me lo permite el lector, y utilizando el lenguaje cinematográfico, un flashforward. Situémonos en el mes de junio, cuando empecemos a despertar de esta pesadilla. ¿Qué planes tendremos? Puedo decir, sin temor a equivocarme mucho, que habrá cenas con amigos, escapadas de fines de semana, celebración de cumpleaños incluso atrasados, viajes, recuperación en tiendas y centros comerciales de todo el tiempo y las ganas que la dichosa Covid-19 (ahora resulta que el bicho es femenino) nos robó... Y s, también iremos a la peluquería. Habrá consumo, se moverá la economía. Pero nada será igual. Las (empresas) que no se queden por el camino deberán reconducir su actividad si quieren sobrevivir. El confinamiento ha marcado una tendencia que se consolidará: las compras online serán una opción en alza. Y, para sustituir aquello de «no enviamos a Canarias», tiraremos de los productos de cercanía, contribuyendo a mover el círculo económico.

En los hoteles, ¿alguien es capaz de imaginarse a estas alturas sirviéndose comida en un buffet atestado, usando la misma cuchara de servir para todos y con las bandejas al alcance de cualquiera? En efecto, el coronavirus nos volverá más recelosos y desconfiados, más escrupulosos, pero igual de ansiosos por disfrutar, por vivir. Los expertos en macroeconomía llevaban meses vaticinando una crisis para 2021, que seguramente la Covid acentuará. De momento, regresemos al presente, ese en el que se cumplen 21 días de un encierro que, por encima de todo, está ayudando a salvar vidas.

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