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Pere Aragonès fracasó en su primer intento para ser elegido presidente de la Generalitat. Efe | Vídeo: Atlas

Aragonès fracasa en su primera votación de investidura

El dirigente de ERC volverá a intentarlo el martes, aunque Junts le pidió que renunciara a ello

Cristian reino

Barcelona

Viernes, 26 de marzo 2021, 07:16

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Cataluña seguirá sin presidente de la Generalitat. El candidato de Esquerra, Pere Aragonès, ha perdido esta noche su primer intento de salir investido jefe del Ejecutivo catalán. El dirigente de ERC, delfín de Oriol Junqueras, se ha quedado lejos de la mayoría absoluta, pues solo ha conseguido los votos de su partido y los de la CUP. Un total de 42 votos a favor, 61 en contra y 32 abstenciones, las de Junts. Aragonès tendrá una segunda oportunidad el martes que viene, en la segunda vuelta del pleno de investidura. Aunque a día de hoy, pintan bastos para el dirigente republicano, toda vez que Junts le ha pedido formalmente que renunciara a la segunda vuelta para poder tener más días para llegar a un acuerdo de gobierno. Los postconvergentes siguen hablando de días y semanas. Después del martes, tendrán dos meses para ponerse de acuerdo.

Aragonès ha declinado la propuesta de la formación de Puigdemont y le ha urgido a sellar un pacto cuanto antes, pues a su juicio las posiciones no están tan lejos. «Cada día que pasa es un día que no tenemos un ejecutivo para resolver el conflicto», ha afirmado. «Nosotros siempre hemos estado ahí», ha afirmado dirigiéndose a Junts. «Seimpre hemos apoyado los presidentes de CDC y Junts», ha expresado. ERC ha acusado a Junts de «bloquear» la investidura. «Quien no quiere un acuerdo, busca excusas», ha asegurado la portavoz de ERC, Marta Vilalta. La abstención de Junts, ha añadido, es «incomprensible».

La duda es cuánto tiempo más hará sufrir Junts a ERC. Los postconvergentes, además, han salido muy descontentos con el discurso de Pere Aragonès. Junts esperaba gestos y se ha encontrado con una alocución que ha hecho más guiños a la CUP y a los comunes y no ha buscado complicidades con los de Puigdemont, según han apuntado fuentes postconvergentes. Tanto Aragonès como la CUP han pedido a los comunes que se sumen a su acuerdo.

LA CLAVE:

  • JxCat. Aragonès muestra sintonía con la CUP y los comunes y escenifica distancias con Junts

  • Soberanía. El candidato de ERC llama a avanzar hacia la independencia pero no concreta cómo

Aragonès, en su discurso, ha fijado tres objetivos para la legislatura: la lucha contra la desigualdad, la reconstrucción económica y «encaminar« e »iniciar la etapa« de la »resolución del conflicto político con el Estado, haciendo inevitable la amnistía y la autodeterminación».

«Querer la amnistía, querer la autodeterminación no es ninguna renuncia. Es trabajar para ganar y estoy convencido de que lo que queremos todos los independentistas es ganar», ha recordado a los postconvergentes. Su propuesta para desbloquear la cuestión catalana es una mesa de negociación con el Estado, «de Gobierno a Gobierno», donde se reconozca la existencia del conflicto, donde se pueda hablar de todo -también de amnistía y autodeterminación- y donde los «resultados de la negociación sean refrendados por la ciudadanía de Cataluña».

Es cierto que la mesa ha comenzado con «mal pie», ha reconocido, culpando a la pandemia y al año largo de clima preelectoral. «No hay excusa que valga, ni tenemos más tiempo que perder. Hay que reactivar este espacio de negociación y hay que hacerlo de forma inmediata. Hay que reactivar este espacio de negociación sin más demora y hay que exigir al Estado que venga con una propuesta», ha emplazado a Pedro Sánchez. En este sentido, ha anunciado que convocará un «acuerdo nacional por la amnistía y la autodeterminación», que agrupe todas aquellas formaciones políticas, instituciones y entidades que están de acuerdo con la libertad de los presos y con un referéndum. «Me dejaré la piel», se ha conjurado.

«Y si, a pesar de todos los esfuerzos y energías, no lo conseguimos», ha expresado sobre la mesa de diálogo, «no cejaremos y seguiremos construyendo las alternativas para construir la república catalana». Aragonès se ha comprometido a someterse a una moción de confianza a mitad de legislatura, ha agradecido el apoyo a la CUP y ha destacado que su pacto con los anticapitalistas es la primera piedra de la «Generalitat republicana». En sus primeros 100 días al frente del Palau de la Generalitat, ha prometido movilizar 700 millones para afrontar la crisis y ha abogado por invertir mil millones en políticas de vivienda durante la legislatura.

Hasta en tres ocasiones, el portavoz de Junts, Albert Batet, ha exigido a Aragonès que suspenda la segunda vuelta del pleno de investidura, previsto para el martes. «Los desacuerdos de tres años no se pueden resolver en tres días», ha afirmado. Junts cree que en tanto en cuanto no sea posible el acuerdo entre las dos formaciones para formar un gobierno fuerte y estable, considera que es mejor que Aragonès no se someta a la votación de investidura. La elección de Aragonès tendrá que esperar. Está por ver cuántas semanas

La intervención de Albert Batet ha escenificado las enormes diferencias que hay en estos momentos entre ERC y Junts, no tanto ideológicas como de confianza entre unos dirigentes y otros tras nueve años gobernando juntos. Batet ha exigido a Aragonès «concreción» y no «retórica» en la hoja de ruta para conseguir la independencia. A su juicio, una parte del independentismo está deslegitimando el 1-O. Batet ha acusado a Aragonès de estar planteando una estrategia similar a la que pondría sobre la mesa si el independentismo hubiera obtenido el 48% de los votos. «La legislatura del 52% no puede hacer lo mismo que con el 48%», ha apuntado.

«¿Hemos aprendido de los errores?», ha preguntado el diputado postconvergente. A su entender, los dos socios del Govern arrastran aún desconfianzas y recelos. «Queremos un Govern de coalición, no de colisión», ha expresado. Y ha propuesto «bifurcar» la dirección del 'procés'. Una parte de la dirección recaería en el Govern y la otra en el Consejo para la República que encabeza Puigdemont. «El Consell es clave para prepararnos para conseguir la independencia», ha señalado.

El presidente del PSC en el Parlament, Salvador Illa, por su parte, ha advertido a Aragonès de ser rehén de la CUP y de refugiarse en la propia trinchera. «No ofrece nada nuevo», ha espetado el socialista, que ha asegurado que trabajará en un «proyecto de gobierno alternativo». El discurso de Aragonès ha representado una «enmienda a la totalidad a la Presidencia de los señores Puigdemont y Torra y una autoenmienda a su presencia en el Govern», ha apuntado.

Illa ha defendido que la victoria del PSC en las elecciones catalanas permite configurar una mayoría de izquierdas alternativa, y ha lamentado que ERC haya optado por la CUP y por repetir un fracaso que complica la recuperación: «¿Qué más tiene que pasar, señor Aragonès, para que estemos por lo que se tiene que estar? ¿Está seguro de que el mejor socio que puede tener para afrontar la situación es la CUP?».

Tras la intervención de Albert Batet, ha llegado el turno del portavoz de Vox, Ignacio Garriga. En ese momento, los diputados de los partidos soberanistas se han levantado y han abandonado el hemiciclo.
Tras la intervención de Albert Batet, ha llegado el turno del portavoz de Vox, Ignacio Garriga. En ese momento, los diputados de los partidos soberanistas se han levantado y han abandonado el hemiciclo.

Tras la intervención de Albert Batet, ha llegado el turno del portavoz de Vox, Ignacio Garriga. En ese momento, los diputados de los partidos soberanistas se han levantado y han abandonado el hemiciclo. «En el marco de una estrategia antifascista, a Vox no se le pueden regalar espacios libremente sin hacerle frente ni normalizarlo», han afirmado en ERC. El presidente del grupo republicano, Josep Maria Jové, ha dejado sobre su pupitre, para que fuera visible, un cartel con la cruz gamada nazi. Era un cartel de la Guerra Civil con el mensaje 'Aplastemos el fascismo'. El secretario de la mesa, Jaume Alonso Cuevillas, de Junts, ha dado la espalda a Garriga durante su intervención. Los nueve diputados de la CUP han dejado en sus sillas un papel con «los nombres de víctimas del fascismo». El candidato a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha respondido directamente al portavoz de Vox, sino que ha optado por leer fragmentos del libro «Contra el odio», de la escritora Carolin Emcke. «En este Parlament, en todos los lados y siempre, contra el odio y contra el fascismo», ha afirmado Aragonés. «La presencia de Vox hace más vivas que nunca las palabras de Neus Català, superviviente de los campos de concentración nazis: 'La libertad es una cosa que todavía no tenemos ganada y por la cual que tenemos que luchar siempre'. Así lo hacemos y así lo haremos siempre. ¡Viva la libertad!«, ha rematado. Garriga, portavoz de la cuarta fuerza de la Cámara catalana, se ha estrenado reivindicando al Rey y ha advertido de que esta legislatura el Tribunal Constitucional va a tener mucho trabajo. Cuando Garriga acabó su alocución, todos ellos regresaron. Le ha sucedido en el turno de palabra Dolors Sabater, de la CUP.

La legislatura ha arrancado con una cierta polémica, después de que la mesa del Parlament, con los votos secesionistas, rechazara la petición de reconsideración de los grupos de la oposición (PSC, Vox, PP y Ciudadanos), que se negaban a que el exconsejero, Lluís Puig, huido en Bruselas, pueda delegar su voto. Ciudadanos anunció que acudirá al Tribunal Constitucional.

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