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Pablo Iglesias, este sábado, en un acto electoral en Madrid. EFE/UP
Sánchez deja abierta una vía de comunicación directa con Iglesias

Sánchez deja abierta una vía de comunicación directa con Iglesias

Yolanda Díaz ejercerá de interlocutora oficial, pero Sánchez tratará los asuntos más espinosos con el líder de Podemos

Sábado, 3 de abril 2021, 23:59

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La segunda remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez, forzada por la marcha del secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para concurrir a las elecciones madrileñas, también ha supuesto un cambio en la interlocución entre ambos socios de Gobierno. La ministra de Hacienda, Yolanda Díaz, se ha convertido en el miembro de más rango de la formación morada en el Consejo de Ministros y ejercerá este papel de forma oficial en el día a día. Sin embargo, el presidente mantendrá abierto un canal de comunicación directo con Iglesias para discutir las diferencias ideológicas más profundas de la coalición.

Sánchez ya ha reiterado a los suyos que, pese al ruido externo, la hoja de ruta del Gobierno pasa inexorablemente por agotar la legislatura y celebrar las próximas elecciones generales en 2023. Un objetivo que se veía reforzado por la fluida comunicación que mantenía con Iglesias, con reuniones semanales que ayudaron a limar asperezas en los momentos más complicados de la coalición. Todo pese al gusto del líder morado por airear los desencuentros cada vez que entendía que algún punto del pacto con el PSOE se estaba incumpliendo.

En aquellos maitines existía, además, un claro vínculo jerárquico (de presidente a vicepresidente) pero, a partir de ahora, esta comunicación se producirá entre secretarios generales de dos partidos distintos. Para los socialistas, la salida del Gobierno de Iglesias y su sustitución por Díaz supuso, en un primer momento, un alivio que podría ayudar a rebajar la tensión. Pero a las puertas de la campaña electoral madrileña comprenden que el ex vicepresidente segundo se ha liberado de las ataduras que limitaban su discurso y, desde fuera del Gobierno, podrá tensar las costuras que unen a ambos partidos si lo cree conveniente.

La nueva vicepresidenta, por su parte, también ha protagonizado desencuentros con el sector socialista, sobre todo con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, por asuntos como la reforma laboral, las ampliaciones de los Erte o las pensiones. Estas discrepancias, en su caso, se han saldado de otra manera, alejadas del choque público y centradas en llegar a acuerdos de puertas para adentro.

Ahora Díaz tendrá que rendir, a su vez, cuentas a Iglesias de lo que ocurra en la intimidad Gobierno. Según fuentes de Podemos, el también candidato morado a las elecciones madrileñas tienen intención de estar «al menos un año más» al frente de la secretaría general, lo suficiente para que la vicepresidenta tercera pueda tomar el cargo y preparar su candidatura a las elecciones generales, siempre que las bases del partido lo refrenden.

Regulación de los alquileres

De momento, la regulación de los alquileres está marcando el primer gran desencuentro entre los dos socios en esta nueva etapa del Gobierno. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, seguirá encabezando desde su recién estrenado cargo las negociaciones que se mantienen con el Ministerio de Transportes, que dirige José Luis Ábalos, por la nueva ley de vivienda.

Las conversaciones siguen encalladas después de que Podemos haya fijado la «línea roja» en que el texto incluya la regulación del precio de los alquileres. Un extremo que choca con la intención de los socialistas de bonificar fiscalmente, en cambio, a los arrendadores. El ascenso de Belarra tampoco augura una relajación en las exigencias de la formación morada en la negociación.

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