Puente abre la puerta a traspasar los servicios de Cercanías a todas las comunidades

Recoge así el guante después de que el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, se comprometiese el miércoles, durante la primera jornada del debate sobre el Estado de la Comunidad, a pedir la cesión de las líneas de ferrocarril que discurren íntegramente por territorio andaluz si el Gobierno de España le concede una financiación idéntica a acordada para hacerle la misma concesión a la Generalitat de Cataluña: 6.000 millones de euros.

Puente ironizó sobre esta demanda, preguntándose si el líder territorial del PP está «contraprogramando» a Alberto Núñez Feijóo, quien criticó los acuerdos de Sánchez con el independentismo para ser investido. «Si se rompe España por cederle los Cercanías, pues no sé si se va a romper un poquito más si las cedemos a Andalucía, pues a lo mejor es que no se rompe, a lo mejor es que forma parte de una gestión descentralizada de país», insistió.

Sobre este asunto también se pronunció el vicesecretario de Política Autonómica y Municipal y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, quien expresó su respaldo a la reclamación de la Junta de Andalucía pero apostilló que la cesión de esas competencias ferroviarias para la comunidad requeriría del «previo pago» por parte de la administración central de «6.000 millones de euros», que es «lo que cuesta mantener esa red de Cercanías».

En todo caso, el ministro descartó poner un calendario al traspaso de Rodalies y afirmó que «ha habido una alarma innecesaria en la plantilla» de Renfe, volviendo a insistir en que se mantendrán los derechos laborales.

El complicado cumplimiento de transferencia de la red de trenes de cercanías a la Generalitat será la misión más importante de Puente al frente Ministerio de Transportes. Esta transferencia supondrá que Cataluña adquiera el control sobre la gestión de las líneas R1, R2 y R3, incluyendo los trenes y las vías. Y, posteriormente, se valorará extender la gestión autonómica a otras líneas, según consta en el acuerdo entre PSOE y ERC.

El acuerdo llevó a los trabajadores de Renfe y Adif a convocar la semana pasada una huelga para cinco jornadas en noviembre y diciembre por la incertidumbre laboral que suponía para la plantilla. Tras intensas negociaciones con el ministro –que se implicó personalmente en las negociaciones–, los trabajadores decidieron suspender un paro que iba a cancelar solo en su primera jornada más de 1.500 trenes de Cercanías, media y larga distancia en España. A este conflicto se suma la entrada de una empresa privada (MSC) en el capital de Renfe Mercancías, lo que también genera muchas dudas para la plantilla, aseguran fuentes sindicales.

Finalmente, los sindicatos aseguraron que desconvocaban sus paros que iban a afectar a decenas de miles de personas porque consiguieron «todas sus reivindicaciones», ya que se les garantizó la «integridad» de las empresas públicas Renfe y Adif pese al traspaso de Rodalies y el mantenimiento de las plantillas.

Tras el anuncio de Puente de este viernes, desde los sindicatos aseguran que el acuerdo con el ministerio les garantiza «bases para el futuro» y la representación legal de los trabajadores de los comités generales tanto de Renfe como de Adif pese a las transferencias.