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El Gobierno defiende que es «obligatorio» crear una mayoría «estable» también con Bildu

El Gobierno defiende que es «obligatorio» crear una mayoría «estable» también con Bildu

Sánchez aún confía en que será posible salvar la relación con Cs tanto para los Presupuestos como para el resto de la legislatura

Martes, 17 de noviembre 2020

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Aún no hay un pacto con Bildu sobre los Presupuestos pero el Gobierno y el PSOE trabajarán para que lo haya. No se trata ya de que la formación de Arnaldo Otegi apoye si así lo quiere gratis, como insinuó el lunes el secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió hoy que es «obligatorio» para el Ejecutivo «llegar a acuerdos con todas y cada una de las fuerzas políticas» dada la situación de emergencia que vive España.

«Es una aspiración lógica de cualquier Gobierno, pero más de una Administración que se encuentre ante una situación como la que le ha tocado vivir a este -recalcó la ministra en su habitual comparecencia tras el Consejo de Ministros-; de manera que ojalá pudiera ser estable esta mayoría registrada en el último decreto de alarma y en el rechazo a las enmiendas a la totalidad del Presupuesto».

Montero eludió responder a la pregunta de si personalmente se siente cómoda sentándose a negociar con los herederos de Batasuna. «Es tan importante el interés general que hay detrás de este Presupuesto -dijo- que entenderán que esto sea lo que prime más allá de la comodidad o no de los ministros». En todo caso, hizo hincapié en que, en lo que a ella respecta, nunca ha hablado con Bildu de nada más que de «números» o asuntos económicos y sociales relacionados estrictamente con las Cuentas. Y se esforzó por desvincular, una vez más, los acercamientos de presos de ETA a cárceles vascas con su posición.

También en el Congreso la vicesecretaria general y portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, convino en que se «negociará» con todas las fuerzas que lo deseen «en base a mejorar los Presupuestos».

Es más de lo que hizo el propio jefe del Ejecutivo durante la sesión de control al Gobierno en el Senado ante los reproches del portavoz del PP Javier Maroto. «Qué mala suerte que en la primera sesión de control le toque a usted preguntarme por este tema?», ironizó tan solo en alusión a la época en la que, como alcalde de Vitoria, el popular defendía los acuerdos los acuerdos con el partido de Otegi.

Sánchez no se molestó en explicar por qué quiere contar con una formación que numéricamente no es necesaria para aprobar las Cuentas y cuyo contacto levanta ampollas en algunos sectores del PSOE, y se limitó a insistir en que lo realmente importante es que 198 diputados de 350 votaron la semana pasada a favor de que se tramiten unos Presupuestos que, alegó, son «muy beneficiosos y necesarios». Fijarse en quiénes son esos diputados es, en terminología 'monclovita', quedarse sólo con el «ruido» y perder de vista lo importante, «la señal». «Vayan haciéndose a la idea -espetó el presidente a Maroto- están en minoría y lo seguirán estando durante los próximos tres años».

Alargar la legislatura

En esa última respuesta está la clave de los movimientos gubernamentales. Lo fundamental para Sánchez es garantizarse al cien por cien la aprobación de un proyecto de ley que le permitirá agotar toda la legislatura y alejar el temor a volver a pasar por las urnas después de cinco años de continuos procesos electorales. Y luego ya se verá. Pablo Iglesias, el socio de coalición, ha dejado claro que quiere que ERC y Bildu se integren en «la dirección del Estado» a través de un pacto tácito de legislatura, pero fuentes cercanas al presidente del Gobierno insisten en que no renuncian a acordar también con Ciudadanos, «primero en los Presupuestos y y seguro que en muchos momentos de la legislatura», vaticinan.

En el equipo del presidente del Gobierno sostienen que existe «muy buena relación» con la formación que lidera Inés Arrimadas y que la interlocución -que fundamentalmente se canaliza a través del secretario general de presidencia, Félix Bolaños, y el vicesecretario general de Ciudadanos, Carlos Cuadrado- no ha cesado en ningún momento. «Por nosotros no va a quedar», defienden en el Gobierno.

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