Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 29 de marzo
El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ante el rey Felipe. FOTO: EFE | VÍDEO: EP
Lesmes lanza el órdago a Sánchez y Feijóo de que dimitirá si no renuevan ya el Poder Judicial

Lesmes lanza el órdago a Sánchez y Feijóo de que dimitirá si no renuevan ya el Poder Judicial

En un paso inédito, exige al presidente y al líder del PP que se impliquen y anuncia decisiones «que ni queremos ni nos gustan» si persiste el bloqueo

Mateo Balín

Madrid

Miércoles, 7 de septiembre 2022

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La grave crisis institucional que atraviesa el Poder Judicial se trasladó hoy de forma sonora al solemne año de apertura de los juzgados y tribunales, celebrado en el Tribunal Supremo y que estuvo presidido por el Rey. Con un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) camino del cuarto año de interinidad -un hecho inédito en los 42 años de vida del órgano- y la tensión creciente por la renovación del Tribunal Constitucional, impulsada por el PSOE a través de una contrarreforma que marca como plazo límite para su ejecución este lunes 12 de septiembre, el protagonismo se lo llevó el encendido discurso de Carlos Lesmes.

Era de esperar que el máximo representante del Poder Judicial entrara en el fondo de la «anomalía democrática» que sufre el Consejo y las consecuencias «lamentables» para el sistema de Justicia. Ya lo advirtió en público el pasado lunes en una inesperada intervención. Pero hoy dio un paso más tras exigir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo -presente en el acto-, que se reúnan «con urgencia» y lleguen a un acuerdo «que ponga solución definitiva a esta situación insostenible para que el Consejo sea renovado en las próximas semanas».

Pero en caso de que prosiga el bloqueo entre PSOE y PP, expresó Lesmes en referencia directa al Ejecutivo, es necesario que se derogue la ley que impide realizar nombramientos al Consejo estando en funciones. Y además -en un aviso para desconcierto de los invitados-, aseguró si no se atienden sus demandas «será preciso reflexionar sobre la adopción de decisiones que ni queremos ni nos gustan», en alusión a su posible dimisión que dejaría a la deteriorada institución descabezada.

La sorpresa por estas palabras fue mayúscula para algunos integrantes de la cúpula judicial presentes en la ceremonia, que no se creían el órdago lanzado por Lesmes en un discurso tan medido como suele ser el de la apertura del año judicial. Pero por si había dudas, el entorno del presidente del CGPJ confirmó tras finalizar su intervención que abría la puerta a irse si persiste el bloqueo político. Incluso ya se han puesto encima de la mesa los nombres de los dos magistrados que por edad ocuparían la presidencias de los órganos que dirige si consuma su dimisión: Francisco Marín Castán en el Supremo y Rafael Mozo en el Consejo.

Lejos de lanzar este mensaje en medio de un discurso más amplio y variado, que suele resumir la actividad judicial del curso pasado, el presidente del Supremo fue incluso más allá y mencionó al Rey en las dos ocasiones más relevantes de su lectura: primero al exigir la reunión urgente de Sánchez y Feijóo y, en segundo lugar, para recordar que la decisión de tomar medidas extremas se debe a que los jueces «esperan que quien les representa no permanezca impasible ante el deterioro de sus principales instituciones y de la Justicia entera».

Un modelo «politizado»

Como en la crisis institucional del Consejo y, por ende, del deterioro de la imagen del Poder Judicial van de la mano varios elementos, Lesmes aprovechó la ocasión para destripar los males que erosionan el sistema. Criticó con inusitada dureza el desgaste del actual modelo de elección de los vocales del CGPJ, «que se ha instalado en una crisis de difícil salida por la permanente falta de entendimiento de los partidos mayoritarios y la percepción generalizada de excesiva politización», expuso.

No obstante, abogó por renovar ya el órgano con el actual sistema y propuso dejar para más adelante, como solución de continuidad, una reforma de la ley orgánica para que los jueces tengan competencia directa sobre la nominación de sus pares (la mitad de los 20 vocales).

Respecto a las distintas fórmulas para salir del actual bloqueo, que en diciembre cumplirá cuatro años, reprochó a aquellas corrientes políticas y judiciales -sin identificarlas- que abogan por la dimisión en bloque de todos los vocales y del presidente, ya que sería un comportamiento «irresponsable e inaceptable desde la perspectiva ciudadana y de la carrera judicial», subrayó. «Aunque la renuncia individual puede ser admisible, la renuncia colectiva no lo es, pues llevaría a la paralización total del Consejo con la imposibilidad jurídica y material de desarrollar su misión constitucional», expuso.

Lesmes le dedicó otro capítulo aparte al Gobierno por la reforma de marzo de 2021 que amputó la capacidad del Consejo para realizar nombramientos. Una medida pensada para presionar al PP en la negociación, pero que ha resultado fallida y ha acabado provocando «una situación límite y de efectos devastadores» en los altos tribunales, con 64 vacantes por cubrir en la actualidad, una quincena de ellas en el Tribunal Supremo que serán 20 en los próximos meses.

Por poner dos ejemplo, afirmó que el próximo 21 de diciembre la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central dejará de actuar por falta de todos sus miembros. Por otra parte, el Supremo dictará mil sentencias menos al año si sigue vigente la ley que impide cubrir estas plazas. «El estropicio es tan grande que no se había producido una situación semejante en la cúpula judicial en toda la historia de nuestra democracia, con unos efectos negativos que se van extendiendo poco a poco a toda la organización judicial», avisó, con especial atención a las salas de lo Social y de lo Contencioso-Administrativo.

Cataluña también ocupó parte de su discurso, aunque con menos relevancia que en otras ocasiones. Lesmes lanzó un mensaje contra el discurso que aboga por la «desjudicialización» de lo sucedido en el 'procés' y de la necesidad de huir de los jueces que garantizan la aplicación de la ley «como fórmula de solución pacífica y ordenada de las controversias, como si estos hubieran provocado los conflictos».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios