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Sánchez recibe a Feijóo en la Moncloa en octubre del año pasado para abordar la crisis en el CGPJ tras la dimisón de Lesmes Sergio Pérez / Efe
Feijóo y Sánchez se reunirán este miércoles a las 10 horas en el Congreso

Feijóo y Sánchez se reunirán este miércoles a las 10 horas en el Congreso

Los socialistas apelan a la «normalidad democrática» para participar ahora en la ronda de contactos del candidato del PP

Lunes, 28 de agosto 2023

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Tras meses de incomunicación y después de despreciar una oferta de diálogo previa, Pedro Sánchez acudirá a la llamada de Alberto Núñez Feijóo. La reunión será este miércoles a las 10:00 horas en el Congreso de los Diputados. Tras un primer contacto ayer por la mañana, sus jefes de gabinete han cerrado la cita. El presidente del Gobierno en funciones y el líder del PP volverán a verse las caras en una reunión que se enmarca dentro de la ronda de contactos que el político gallego anunció en su intento de amarrar los votos necesarios para su investidura. La última cita entre ambos dirigentes fue en octubre del año pasado y tanto ahora, como entonces, cuando intentaron sin éxito desbloquear la renovación del Poder Judicial tras la dimisión de Carlos Lesmes, las esperanzas de que se produzca un acuerdo son nulas. Sánchez no respaldará a Feijóo ni le dará su abstención.

Como hace un mes, cuando el PP solicitó una reunión formal por carta, Ferraz no tardó en contestar este lunes al anuncio de llamada de los populares que, esta vez, corrió a cargo del vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, en una rueda de prensa tras el comité de dirección. «Por supuesto que estamos abiertos a hablar con Feijóo y con todas las fuerzas políticas salvo con Vox», argumentaron fuentes socialistas, que apelan ahora a la «normalidad democrática» para participar en la ronda de contactos.

Esta disposición contrasta con el tono duro que se exhibe desde el Ejecutivo contra el líder del PP por su intento de someterse a una investidura sin tener garantizados los apoyos. Un intento que califican de «fake», anticipando un nuevo fracaso de Feijóo después de perder la batalla por el control de la Mesa del Congreso al contar con solo 172 votos garantizados frente a los 178 votos a favor que Sánchez cree que podría conseguir para la suya (para la que aún no hay fecha). «El 26 y el 27 de septiembre el PP va a obtener los mismos apoyos que obtendría hoy y que obtendría hace una semana», aseguró la portavoz del PSOE, Pilar Alegría.

Los socialistas consideran que con su intento de investidura el expresidente de la Xunta busca su «supervivencia» dentro del PP, en el que necesitaría consolidar su liderazgo. En la cúpula del PSOE no ha pasado inadvertida la ausencia de Isabel Díaz Ayuso este domingo, en la apertura del curso político en Soutomaior, donde Feijóo exhibió músculo al rodearse del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de una nutrida representación de su poder territorial. «Puede que haya algunos líderes dentro del PP que ya están calentando en boxes por lo que pueda pasar», avisan en Ferraz.

Que se vaya a producir ese encuentro entre Sánchez y Feijóo no altera en nada la hoja de ruta del jefe del Ejecutivo en funciones que tiene tres meses -el 27 de noviembre es la fecha límite para que sea elegido un nuevo presidente- para lograr esa mayoría que, según le dijo al Rey el pasado martes, cree estar «en condiciones de aunar». Los socialistas ya han llamado al PNV para empezar a hablar. Con ERC y Junts han retomado las conversaciones, iniciadas para el acuerdo de la Cámara baja, y los puentes se plasmaron ayer en un nuevo guiño a los independentistas al permitir que ambas formaciones tengan grupo parlamentario propio, pese a no cumplir con los requisitos para ello. «Nosotros vamos a continuar negociando, independientemente de lo que haga Feijóo», insisten en el partido de Sánchez.

Eso sí, en la dirección del PSOE reclaman al PP que cese en el llamamiento al transfuguismo que, según entienden, está lanzando al pedir el voto a los diputados socialistas. En el partido ha irritado sobremanera que los conservadores resuciten el fantasma de un nuevo 'tamayazo', que, insisten, no se repetirá y que no es más que «una traición a los electores y a los ciudadanos».

Dar estabilidad

El PP ha vuelto a poner el foco en el PSOE, no tanto porque vean que sea posible una grieta en sus filas, sino porque creen que esa presión incomoda y desgasta a sus rivales. «Creemos que los dos grandes partidos tenemos una responsabilidad también suplementaria al del resto de formaciones políticas tendente, esa responsabilidad, a buscar esa estabilidad y a esa gobernabilidad del país», arguyó Sémper, que cree que el encuentro entre Feijóo y Sánchez «debería servir para allanar un camino nuevo en la política española».

Según explicó el portavoz, el candidato del PP quiere mantener, como líder del partido más votado, una reunión con Sánchez para conocer su «disposición» a la hora de avanzar en la estabilidad, las reformas y en el interés general de España. «Quiere llamar a Sánchez para decirle que no es bueno para España que sea presidente cediendo ante los independentistas», y tratará de explorar si «hay fórmulas para conseguir dar estabilidad a España».

Los populares saben que es difícil la investidura e incluso poder avanzar en esa búsqueda de fórmulas, pero que sea «extraordinariamente difícil» no significa, apuntan, que sea «imposible». «Sabemos que es muy difícil pero ¿la alternativa cuál es? ¿quedarnos de brazos cruzados en casa?», insisten en la dirección nacional, donde no están dispuestos a tirar todavía la toalla.

La reunión con Sánchez será, de momento, la única que Feijóo mantendrá en primera persona, porque los contactos con los demás partidos -salvo EH Bildu, al que excluyen como interlocutor- se derivarían a su grupo parlamentario. En Ferraz califican de «inédito y revelador» que el candidato del PP renuncie a reunirse con los grupos que pueden darle la mayoría necesaria y entienden que denota su «nula capacidad» para ser presidente.

Feijóo ya avanzó el domingo que va a incluir en la ronda de contactos a todos los presidentes autonómicos, incluido al catalán Pere Aragonès, porque aunque no voten su investidura, le interesa conocer sus preocupaciones y las necesidades de sus territorios. Su pretensión de contar incluso con el presidente de la Generalitat se produce a pesar de que desde ERC ya han anunciado que no se reunirán con el PP en el Congreso.

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