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Feijóo y Casado el pasado abril en el congreso nacional que el PP celebró en Sevilla y que entronizó al líder gallego. Efe
Feijóo come con Casado para restañar heridas en el aniversario de su caída

Feijóo come con Casado para restañar heridas en el aniversario de su caída

El líder del PP ve a su antecesor en el cargo «bien», pero con «pocas ganas» de volver a la actividad política

Miércoles, 22 de febrero 2023, 21:14

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Alberto Núñez Feijóo recorrió este miércoles los apenas 500 metros que separan el Senado de la céntrica Taberna del Alabardero, situada en uno de los laterales del Teatro Real, para compartir mesa y mantel con su predecesor en el cargo, Pablo Casado. Era un almuerzo que ambos tenían pendiente desde la victoria de Juanma Moreno en las elecciones andaluzas, pero que se había aplazado en varias ocasiones «por motivos de agenda»; la última antes de Navidad, según explican fuentes del PP.

La fecha, sin embargo, no pasó desapercibida para nadie. Este jueves se cumple un año de la reunión que ambos mantuvieron en Génova, previa a una cumbre con todos los barones territoriales que concluyó de madrugada -la conocida como 'noche de los cuchillos largos'- y con el compromiso del entonces presidente del PP de abandonar el cargo en un congreso extraordinario. Una salida pactada que puso punto final a una crisis sin precedentes en la historia del partido provocada por la guerra abierta entre Casado e Isabel Díaz Ayuso por el control del PP en Madrid, que derivó en acusaciones cruzadas de espionaje y corrupción.

«No es nada excepcional. La comida estaba pendiente desde hace meses», señalaron desde el entorno de Feijóo. Quisieron así restar importancia a que la cita gastronómica hubiese coincidido con la efeméride de la caída de Casado y poniendo en valor que ambos mantienen «una relación fluida», que han mantenido en estos diez meses desde que el expresidente de la Xunta está al timón del PP y en los que, además, han compartido «reflexiones» en diversas ocasiones. «La comida se enmarca dentro de un clima de normalidad y respeto entre dos personas -incidieron desde la dirección- que han tenido el honor de presidir el Partido Popular».

Poco más de dos horas, en las que se vieron las caras por primera vez desde el traspaso de poderes en abril y en las que Feijóo vio «bien» a Casado, aunque se marchó con la sensación de que el que fuera presidente de los populares hasta febrero del año pasado «tiene pocas ganas de volver» a la política en activo. «Hablaron de cómo estaban el uno y el otro y sobre algún tema de actualidad», se limitan a apuntar en el entorno del líder gallego.

No abordaron una futura participación del expolítico en actos de campaña con motivo de las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo. A pesar de esa «relación fluida», Génova ha dejado claro que no cuenta con Casado para las contiendas que están por venir. Consideran que su figura ahora mismo «resta más que suma» y que «no hay nada en el partido para él». Al menos de momento, aunque «todo llegará». «El PP no mira por el retrovisor y está centrado en el futuro respondiendo con profesionalidad al deseo de cambio de los españoles», despejó el balón este lunes el portavoz de campaña, Borja Sémper.

Ausencia en Valencia

Casado se quedó también fuera del cónclave que se celebró en Valencia a principio de mes y que sí contó con la presencia de los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy para mostrar una imagen de «unión» entre el pasado y el presente del partido. El argumento que se esgrimió para no invitar al antecesor de Feijóo fue que se quería dar voz a los dos referentes del PP que pueden «poner en valor gestión pública», un desempeño al que Casado nunca llegó. Un gesto que no sentó muy bien en el entorno del exlíder de los populares que considera que sí debería haber sido invitado a la convención, que se celebró en el mismo lugar en el que, en octubre de 2021, Casado se dio un baño de masas ante 9.000 militantes. Aunque reconocen también que él habría declinado la asistencia.

Un año después de su abrupta salida de la política, Casado ha pasado página y ha rehecho su vida laboral. Desde junio trabaja en un fondo de inversión en Defensa por el que tiene que viajar asiduamente a Estados Unidos e Iberoamérica. «Está tranquilo y disfrutando de su familia», reconocen fuentes cercanas al exdirigente, que en apenas siete días asistió a un derribo inesperado y a un aluvión de decepciones personales.

Un sector del PP cree que aún es demasiado pronto como para que Casado reaparezca en actos del partido. Consideran que tras atravesar la peor crisis de su historia, la formación «está ahora unida» y deslizan que, a solo tres meses de los comicios del 28 de mayo, no pueden permitirse que una rehabilitación del ex jefe de filas de los populares antes de tiempo reabra «tensiones» internas. Máxime tras su pugna feroz con Díaz Ayuso.

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