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Laura Borràs estrenó este jueves su agenda institucional con una visita a los presos en Lledoners. EFE
Borràs cierra el paso a Illa como candidato a la investidura

Borràs cierra el paso a Illa como candidato a la investidura

La presidenta de la Cámara catalana mantiene su posición crítica con ERC, a la que culpa del retraso en la formación de gobierno

cristian reino

Barcelona

Jueves, 18 de marzo 2021, 17:24

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La investidura de Pere Aragonès, si se llega a producir, será la semana que viene, entre el viernes y el domingo, apurando al máximo los plazos previstos por el reglamento de la Cámara catalana. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, confirmó este jueves que hasta la semana que viene no empezará la ronda de contactos con los partidos, necesaria para proponer un candidato. Pero sí dejó alguna pista sobre sus intenciones.

De entrada, deslizó que no basta con postularse como candidato, sino que para ser propuesto aspirante a la investidura -prerrogativa de la presidenta del Parlament- hace falta acreditar apoyo necesario para ganar la votación. De esta forma, la dirigente JxCat cierra al paso al jefe de filas del PSC, ganador de las elecciones y que mantiene su intención de presentarse a la investidura. Salvador Illa tiene a día de hoy el respaldo de los comunes. Obtendría 41 escaños, muy lejos de los 68 de la mayoría absoluta. Existe, eso sí, un precedente, el de Jordi Turull en la pasada legislatura, en que fue propuesto candidato sin tener los votos asegurados. La CUP, de hecho, votó en contra y no salió investido.

Borràs, además, afirmó que «no ha podido empezar la ronda de consultas porque no están constituidos todos los grupos como tal». Lo dijo a las puertas de Lledoners, donde estrenó su agenda oficial como presidenta de la Cámara catalana, con una visita a los presos del 'procés'. ERC es la única formación que no ha formalizado su grupo parlamentario, por lo que el toque de atención de la dirigente de JxCat iba dirigido contra los republicanos.

Esquerra quiere apurar los plazos, pensando también en cerrar el paso a Illa. Y es que, si Borràs hubiera empezado la ronda de contactos esta semana, Aragonès a día de hoy no podría acreditar más apoyos que el aspirante socialista. La presidenta del Parlament, por tanto, esperará a que el acuerdo entre ERC y Junts esté más maduro para iniciar la ronda de contactos. Queda una semana y las negociaciones entre los independentistas están marcadas por el secretismo, la falta de avances y los recelos entre unos y otros. «Están verdes», reconocía días atrás uno de los dirigents implicados en las negociaciones. Hasta el punto, que aún no se sabe cuántos partidos acabarán formando el Govern.

En principio, el Gobierno autonómico apunta a que será de coalición entre ERC y Junts, pero la CUP sigue sin descartar su entrada. Lo haga o no, sus votos son decisivos para la investidura y para la estabilidad del futuro ejecutivo. Por ello, los anticapitalistas presionan y exigen un nuevo referéndum antes de 2025.

Más peleas

Los independentistas buscan fórmulas para que no se repitan los continuos desencuentros de la pasada legislatura, pero en ese punto están pinchando en hueso, ya que las peleas siguen estando a la orden del día. Borràs criticó este jueves a los republicanos por su tardanza, pero sobre todo, lo que más ha molestado en ERC fue el desprecio que hizo a su antecesor en su discurso de toma de posesión. La dirigente nacionalista lleva una semana en el cargo y ya ha marcado perfil propio. Pronunció un discurso inaugural muy radical, exige la reforma del reglamento de la Cámara para quedar blindada de un posible procesamiento y antes de la primera reunión formal de la nueva mesa convocó un encuentro previo solo con los miembros secesionistas del órgano de gobierno del hemiciclo. Borràs y Torra están actuando de arietes contra ERC en plenas negociaciones entre ambas formaciones. Los republicanos se muerden la lengua, pero alguno de sus dirigentes, como Ernest Maragall, ya ha saltado. Si no hubiera acuerdo entre los secesionistas, como último recurso, podrían estirar las conversaciones y ganar tiempo, permitiendo una elección fallida de Illa la semana que viene, dentro de los plazos reglamentarios. Y así poder investir a Pere Aragonès, ya sin prisas, después de Semana Santa.

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