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La cabecera de la manifestación de Barcelona contra el fallo del 25% de castellano. EP
El soberanismo sale a la calle en defensa de la escuela en catalán

El soberanismo sale a la calle en defensa de la escuela en catalán

Aragonès lidera una protesta de unas 35.000 personas contra las sentencias que cuestionan la inmersión

cristian Reino

Barcelona

Sábado, 18 de diciembre 2021, 10:43

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Miles de personas (35.000 según la Guardia Urbana) se manifestaron este sábado en Barcelona frente a la sede del Tribunal Superior de Cataluña (TSJC) para reivindicar la escuela en catalán y protestar contra la sentencia de ese tribunal, ratificada por el Supremo, que obliga a la Generalitat a impartir el 25% de las clases en castellano. La comunidad escolar que defiende un modelo educativo únicamente en catalán, así como las fuerzas soberanistas, ven las últimas sentencias que cuestionan el modelo de inmersión lingüística como un ataque del nacionalismo español y una injerencia, a su juicio, inaceptable de la justicia en la enseñanza.

La manifestación se celebró también para dar apoyo al colegio Turó del Drac, en Canet de Mar, que se ha situado en el epicentro del conflicto lingüístico, después de que el TSJC diera la razón a unos padres que habían solicitado más clases en castellano para su hijo de 5 años.

El caso de Canet ha tensionado el debate político, tanto en el Congreso como en el Parlament. En solo una semana, el soberanismo se ha manifestado en dos escenarios para defender el catalán: cerca del colegio de Canet y frente a la justicia. El mensaje no deja dudas.

La marcha contó con una amplia representación institucional y política. Participaron el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y buena parte de su Ejecutivo, así como la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y los líderes de ERC, Junts, la CUP y En Comú Podem (que suman el 60% de los diputados del Parlament), además de las plataformas independentistas como la ANC y Òmnium o los sindicatos UGT y CC OO. Estaba casi todo el soberanismo civil y político, aunque entre el color verde de la marcha (el color de la escuela catalana) lo que más se vio fueron banderas independentistas.

El partido que no asistió fue el PSC, que defiende desde sus orígenes el modelo de inmersión, pero ahora se ha distanciado de la mayoría catalanista ya que los socialistas abogan por el cumplimiento de las sentencias judiciales y apuestan por introducir cambios en el modelo. El PSC afirmó días atrás que no acudiría porque coincidía con su congreso extraordinario, donde Salvador Illa asume el relevo de Miquel Iceta al frente del partido.

El 'procés' no solo ha provocado una fuga de empresas y ha dividido a la sociedad catalana. También ha hecho saltar por los aires el amplio consenso que existía en torno al modelo de escuela en catalán. La primera ley que impulsó el Parlament de Cataluña en defensa del catalán y que fue el inicio del desarrollo del llamado sistema de inmersión (actualizado con sucesivas leyes) fue la de Normalización Lingüística de 1983, aprobada con un voto en contra y una abstención. Hoy ese consenso es imposible. El PSC evitó ayer la foto junto a la mayoría soberanista.

PP, Ciudadanos y Vox, por su parte, no quieren saber nada del modelo de inmersión. Una postura diferente a la de 1998, cuando el Parlamento catalán con el apoyo del PP aprobaba la Ley de Política Lingüística, que permitía hasta multas por no rotular comercios en catalán y fue gestada dos años antes entre José María Aznar y Jordi Pujol en el pacto del Majestic.

Situación crítica

Al final de la marcha, tomaron la palabra una estudiante, una madre de una escuela y la directora de un centro, en representación de Somescola, entidad que agrupa a una cincuentena de organizaciones educativas. Leyeron un manifiesto que calificó la sentencia de «intento de agresión» contra el modelo catalán y de «intromisión» en el sistema educativo. Somescola llamó a la sociedad a movilizarse para defender el catalán pues, a su entender, está en situación «crítica». Al Govern le instó a «blindar» el sistema de inmersión y al Gobierno a «respetar» el modelo catalán.

«La escuela no se toca», avisó Aragonès antes de la marcha. Advirtió de que seguirá defendiendo el catalán como lengua vehicular y aseguró que el fallo que fija un 25% de castellano en las escuelas es parte de una «ofensiva del nacionalismo español que quiere utilizar el catalán para rascar cuatro votos fuera de Cataluña».

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