Como una droga adictiva, así funciona la polarización en nuestro cerebro. Retuitear ruido desde la comodidad de nuestro móvil genera endorfina y dopamina. El enfado se contagia igual que la risa y los políticos lo saben. Entre los temas polémicos, el que se lleva la palma es la inmigración. Lo preocupante, según los sociólogos, es el daño que esto hace a la democracia. La solución, dicen, es no perpetuar esos mensajes, ampliar nuestra burbuja informativa, evitar el sesgo ideológico y regular las redes para combatir el odio.-Redacción-