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Manuel García-Castellón, en una imagen de julio de 2019, a su llegada a la Audiencia Nacional. Efe

El juez de 'Kitchen': «De ser así, está claro que se monta desde el PP»

La declaración del chófer de Bárcenas, conocida ahora, revela que García Castellón ya sospechaba en otoño pasado que el espionaje a Bárcenas se ideó en Génova 13

Mateo Balín

Madrid

Viernes, 18 de junio 2021, 18:33

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El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, instructor del 'caso Villarejo', ya sospechaba en otoño pasado que la 'operación Kitchen', el operativo parapolicial puesto en marcha en 2013 para hacerse con documentación sensible en poder de Luis Bárcenas sobre la 'caja B' en el PP, se organizó desde dentro del partido. Este ha sido uno de los indicios que, medio año después, ha llevado a la imputación de María Dolores de Cospedal, ex secretaria general de los populares, en esta pieza separada de la macrocausa. La exministra declarará el próximo 29 de junio.

La referencia del juez se ha conocido en la declaración voluntaria que hizo el policía Sergio Ríos, chófer entonces de Bárcenas, a la que ha tenido acceso este periódico. En un momento del interrogatorio, García Castellón le preguntó directamente al investigado sobre la autoría del plan «ilegal» de espionaje y seguimiento a la familia del extesorero del PP.

«¿No piensa que todo esto se monta desde el partido, no desde el ministerio del Interior?», plantea el magistrado, en referencia si ahora, pasado el tiempo y analizando lo que se va conociendo de este dispositivo, «ve claro» que su contratación como conductor de Bárcenas y el operativo «estaban conectados». «¿Que me buscaron a posta? Sí. Con el tiempo cada vez me doy más cuenta», respondió Ríos, convencido. «¿Pero lo intuye (que pudo venir desde el PP?)», repreguntó el juez, a lo que el compareciente contestó sin ambages: «No creo en las casualidades». García Castellón entonces reflexiona que, «de ser así, está claro que se monta el asunto desde el partido».

El juez interrumpió al abogado de Ríos para hacer estas preguntas tras más de veinte minutos de comparecencia y sólo cuando el investigado ya había relatado cómo entró a trabajar para el extesorero y su familia y cómo unos meses después le captaron los comisarios Enrique García Castaño, José Manuel Villarejo y Andrés Gómez Gordo para pedirle que colaborara en una operación que, según su versión, «era totalmente legal» para encontrar dinero que Bárcenas podía tener en el extranjero.

Así empezó todo

Ríos declaró que un conductor que ya trabajaba para el partido le llamó de parte del «director de seguridad» del PP para ofrecerle un puesto de trabajo, a lo que él accedió por su situación económica y para completar horas. A los pocos días recibió una llamada del extesorero del PP, quien le citó para una reunión en su casa, tras lo cual fue contratado en febrero de 2013, pocos días después de difundirse sus papeles de la 'caja B'.

Primero lo trató de captar García Castaño, aunque este encuentro no fructificó, y fue después Gómez Gordo -«a quien admiraba porque trabajaron juntos en la Comunidad de Madrid»- quien le puso en contacto con Villarejo. «Me dijo que iba a ser el encargado de un operativo judicial que ya se estaba realizando, que él iba a ser el máximo responsable operativo». Y sobre la información que le fueron pidiendo a lo largo de los meses que duró esa operación, que él nunca supo que se llamaba 'Kitchen' aunque Villarejo le apodaba «chef», señaló que era cualquier tipo de información que pudiera captar sobre el propio Bárcenas o su familia.

Enumeró, por ejemplo, lo que éste hablaba o comentaba sobre Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y otros dirigentes del PP como Javier Arenas, con quien Bárcenas «hablaba mucho». Según Ríos, Villarejo, García Castaño y Gómez Gordo le hablaban «de continuo» acerca del «ministro», esto es, de Jorge Fernández Díaz -investigado en la causa- asegurándole que «recibían órdenes directas de él y del ministerio» y que, «en alguna ocasión despachaban». Y relató al juez que un día llevó al mismo Villarejo a la puerta del ministerio y éste «entró directo, sin pasar controles».

El exchófer reconoció al juez que él sabía que cobró por estos servicios con cargo a los fondos reservados, «alrededor de 48.000 euros», y que Villarejo le garantizó que «estaba acordado por el Ministerio del Interior, en la partida de la Secretaría de Estado de Seguridad», que entonces dirigía el investigado Francisco Martínez. «Villarejo me explicó que esto demostraba lo importante de este operativo», remachó, en su creencia absoluta de que todo era legal y que estaba ayudando a la Policía para dar con el paradero del dinero oculto por Bárcenas.

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