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Gran Canaria presume de verde

Gran Canaria presume de verde

La cumbre y medianías de Gran Canaria lucen preciosas tras las últimas lluvias. El buen tiempo ha sido el principal reclamo para que miles de personas eligieran subir a lo más alto como plan para este puente. A pesar de estos alicientes, los comerciantes de la zona alertan del descenso en el número de turistas, pero también destacan la enorme afluencia de residentes.

Martes, 21 de julio 2020, 21:27

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Las últimas borrascas que han empapado nuestras islas en los meses de octubre y noviembre ya están dejándose notar en las cumbres y medianías. El color verde es el principal protagonista en la isla de Gran Canaria, donde hace poco más de un año, concretamente en los últimos días de septiembre, un voraz incendio arrasaba todo lo que se encontraba a su paso en el municipio de Tejeda.

Ahora, este buen clima unido a los días de sol que acompañan este largo puente de diciembre, ha servido de perfecto reclamo para que miles de visitantes y residentes hayan elegido subir a lo más alto para disfrutar de unas imágenes únicas. Cuentan los que más conocen la cumbre que este año ha llovido muchísimo, «incluso me atrevería a decir que más que el otros años donde también sufrimos algunos temporales», narra Santana, un vecino de San Mateo que pasa «más tiempo entre pinos que en mi propia casa», detalla sonriente mientras señala una colina llena de verde cerca del Pico de las Nieves.

Vídeo.

Coincide con él Ernesto Martín, el responsable del furgón kiosco que cada día aparca en el punto más alto de la isla para ofrecer a los visitantes un chocolate, agua «o lo que quieran porque aquí hay de todo», exclama. Él tiene claro que «el agua que cayó en las últimas semanas fue muchísima, llovió bastante, más que en otros años» y eso ha ayudado, a su modo de ver, «que el campo se recupere del incendio del pasado año. Fue muy duro venir a trabajar y ver como todo lo que está a tu alrededor se encontraba calcinado, pero si te fijas, ahora está todo verde y lo único que queda por recuperarse con las ramas y troncos de los árboles, que en un par de años recuperaran todo lo perdido», vaticina.

Ernesto Martín, desde su perspectiva privilegiada en el Pico de las Nieves, no duda a la hora de afirmar que «se nota menos gente», preguntado sobre la afluencia de turistas: «El año pasado a estas alturas, aquí había muchísimo visitante porque se veía más turismo y fíjate», apuntó señalando a unos furgones que se acercaban carretera arriba, «antes estas mismas caravanas venían aquí arriba con cinco o seis coches y tres o cuatro veces por semana y ahora lo hacen con tres vehículos y con menos frecuencia. También sube mucho canario, eso sí se nota bastante, porque el de aquí está esperando al invierno y buen tiempo para disfrutar del campo y eso ayuda», comentó.

A pesar de sus palabras, no paraba de servir productos a los que llegaban a este punto de la isla para disfrutar de un paisaje imponente: «Es que hoy hay un día espectacular y mira como se ve Tenerife, parece que está ahí al lado... Y es que como me dice siempre mi amigo Javi, la mejor vista del Teide es la que disfrutamos desde Gran Canaria», exclamaba muerto de risa Fernando Delgado, que subió a la cumbre acompañado de su familia y unos amigos y alucinaba con el paisaje. «Hoy es una pasada porque se ve toda la isla a la perfección, Tenerife de punta a punta y, si te asomas al otro lado», dijo mirando hacia la zona del Pozo de las Nieves, «se ve Fuerteventura clarita clarita... Hacía años que no veía algo igual, tres islas en pleno mes de diciembre. Yo esto no lo cambio por ninguna playa», dejaba claro.

Ya bajando por la carretera que une el Acuartelamiento Aéreo Pozo de las Nieves con la Cruz de Tejeda, se puede seguir observando como se está regenerando toda la zona quemada por el último incendio «que dejó todo esto pelado, pero mira, un año después nada más se está quedando todo precioso. Es que con cuatro gotas que caigan aquí arriba ya basta para que se llene todo de vida. Me encanta esta isla», reconocía Marcus, un alemán que estaba haciendo senderismo entre los pinares y que vino hace más de una década para «poner una chincheta en el mapa», explicaba, y que al final se quedó «para siempre, eso te lo aseguro, de aquí no me mueve nadie», aseguró convencido.

Y es que, el que se enamora de los parajes cumbreros de Gran Canaria, lo hace para siempre y si no que se lo pregunten a Manuel Ramírez, que se fue desde el miércoles de acampada a Las Mesas y disfrutaba este fin de semana de la compañía de seis familiares. «El fin de semana ha sido impresionante, con un tiempo fabuloso y, aunque por la noche refresca, estamos disfrutando», reconocía mientras comía con el resto de compañeros de aventura.

La reapertura del Parador de Tejeda ha dado un nuevo aire también este otoño/invierno a la zona. «Se nota mucha gente aunque esperamos a más extranjeros», suspiraba uno de los vendedores de los puestos. En la misma línea se explicaba Rita González, del Asador el Almendro, un lugar privilegiado en el casco de Tejeda que, a pesar de que no paraba de ir de mesa en mesa, confesaba que «hay mucho extranjero, pero yo diría que sobre todo se ve a montón de canarios este año», sostenía ante la atenta mirada de Juanma Quintana, su compañero de faena en el restaurante.

Mucho verde y excelente clima para el disfrute de todos.

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