El verano se salda con 234 muertes en carretera, peor que antes de la pandemia

Esto supuso que 234 personas perdieran la vida en las carreteras españolas, en un contexto en el que se han producido el mayor número de desplazamientos de larga distancia –es decir, de más de 50 kilómetros–, con un total de 93,6 millones (+0,3%).

Son datos incluso peores que los registrados antes de la pandemia, pues en 2019 se produjeron 220 muertes a lo largo del verano.

«Un solo muerto es un precio inasumible», afirmó el titular interino de la cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska, «y desde el Ministerio y la Dirección General de Tráfico no vamos a aceptar estas cifras, especialmente considerando que se podrían haber evitado».

Además de los fallecidos, que se contabilizan a 24h del accidente, se produjeron 946 hospitalizaciones, un incremento del 13%.

Los mayores incrementos de fallecidos se produjeron en Extremadura, con 11 muertos más, la Comunidad de Madrid (10) y la Comunidad Valenciana (7). La mayor reducción, en cambio, se dió en Castilla y León, con 9 menos.

Entre los desplazamientos de los veraneantes se incluyeron 693.486 vehículos que cruzaron el Estrecho de Gibraltar, un 11% más, y 263.361 lo hicieron con destino a Portugal.

La tipología de los accidentes ha sido, en palabras del Ministerio «muy similar a las de los veranos de los últimos años», con la excepción de que no se han producido siniestros múltiples con tres o más fallecidos; y en cambio ha habido tres muertes en pasos de nivel.

El siniestro más común fue la salida de la vía en carreteras convencionales, con 95 fallecidos (un 41% del total), seguida por la colisión frontal, con 41 víctimas mortales (18%).

24 peatones (+4), 12 ciclistas (+4) y 62 motoristas (-3) perdieron la vida en los accidentes del verano, por lo que el colectivo de usuarios vulnerables volvió a suponer el grueso de las muertes. Esto supone que estadísticamente, en el caso de los moteros, falleciera uno cada día –en realidad se concentran durante los fines de semana–.

En lo que va de año, se han producido 739 víctimas mortales en las carreteras, 19 menos (-3%) que el ejercicio anterior. «Una mejora, si es que se puede calificar algo así cuando se habla de muertes», señaló Grande-Marlaska.

En torno a un 50% de los fallecidosmostraron estar bajo los efectos del alcohol, mientras que uno de cada cuatro no llevaba puesto el cinturón de seguridad. «Datos que no conseguimos explicarnos», afirmó el ministro de Interior. Para combatirlos, se produjeron 1,2 millones de pruebas de alcohol a lo largo del verano.

El objetivo de Interior y DGT es reducir las víctimas mortales y heridos graves de accidentes de tráfico en un 50% de cara a 2030, lo que supondría cerrar cada año en torno a las 550 víctimas. Por ello, tanto el ministro como el director general de Tráfico, Pere Navarro, se han mostrado a favor de la nueva ley de Tráfico y Seguridad Vial, en vigor desde marzo de 2023.

«Aunque las valoraciones finales están a punto de publicarse», afirmó Navarro, «si hemos visto que ha habido una reducción en siniestros. Siempre es una buena praxis analizar la ley de Tráfico en cada legislatura y discutirla con todos los grupos Parlamentarios».

En cuanto «el Gobierno recupere la normalidad», afirmó Grande-Marlaska, ya tienen «preparados los cursos de Conducción Segura para recuperar puntos, así como los reales decretos que actualizan las señales de tráfico y la regulación de vehículos históricos».