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Zonas de Bajas Emisiones P.F.
Cómo 'tunear' el motor del coche para acceder a las Zonas de Bajas Emisiones

Cómo 'tunear' el motor del coche para acceder a las Zonas de Bajas Emisiones

Es posible convertir un vehículo a autogás o eléctrico para conseguir la etiqueta Eco y 0 emisiones de la DGT

Noelia Soage

Jueves, 5 de enero 2023, 10:49

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Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ya son una realidad en España. Nada menos que 149 localidades y unos 25 millones de usuarios se ven afectados por esta medida. Desde el 1 de enero de 2023 los municipios de más de 50.000 habitantes deben poner en marcha una ZBE. Esta medida también afecta a los territorios insulares y a los que tengan una población superior a 20.000 personas si superan los valores límites de contaminantes regulados.

De esta forma, se trata de restringir la entrada al núcleo urbano de aquellos coches que más contaminan para reducir la polución. Es decir, zonas en las que únicamente podrán acceder, circular o aparcar libremente los conductores de vehículos con etiqueta 0 emisiones de la Dirección General de Tráfico (DGT) -100% eléctricos- y los conductores de vehículos con etiqueta Eco -híbridos-, que tendrán limitado el tiempo de estacionamiento.

Pero cada ayuntamiento tiene potestad para determinar las restricciones en estas ZBE, siguiendo sus propios criterios técnicos de sostenibilidad y siempre que se enmarquen dentro de la normativa general propuesta en la Ley de Cambio Climático. Por lo tanto, solo ciudades como Madrid, Barcelona, Pontevedra y Zaragoza ya tienen en vigor sus ZBE y emiten sanciones -en Madrid, por ejemplo, de 200 euros-. Sin embargo, y según la Asociación Nacional Empresarial de Vehículos de Alquiler (Aneval), alrededor de 20 de los ayuntamientos obligados -en torno al 13 por ciento- han iniciado la presentación de sus medidas. Entre ellos están Cuenca, Toledo y Palma de Mallorca. Y ciudades de municipios como Murcia, País Vasco o Extremadura no tienen previsto, de momento, aplicar ZBE en sus calles.

Y como adquirir un coche nuevo eléctrico o híbrido enchufable para 'sortear' estas limitaciones supone actualmente un coste muy elevado para la mayoría de la población, una alternativa real es 'tunear' el motor de un coche para convertirlo en otro más ecológico y que pueda lucir las etiquetas 0 emisiones y Eco de la DGT.

A gas

El gas licuado del petróleo (GLP) o autogás se ha convertido en una alternativa 'limpia' a la gasolina y el diésel. Con estos últimos combustibles, mediante una sencilla conversión, es posible conseguir la etiqueta Eco de la DGT. En primer lugar, se debe saber que no cualquier vehículo se puede convertir a gas y lucir dicha pegatina. «El Ministerio limita esta transformación a los modelos de gasolina que cumplan la norma Euro 4 y que estén matriculados a partir del año 2006, y diésel Euro 6, matriculados a partir de los años 2016-2017», puntualiza Javier Navarro, presidente de Astrave, Asociación de Transformadores de Vehículos.

«La transformación -se instala un 'kit' de GLP: depósito, inyectores de gas y boquerel-se debe realizar en un taller especializado y debidamente homologado en este tipo de conversiones para que el cliente se asegure de que se cumplen todas las normas de calidad y seguridad que tiene que tener un vehículo transformado a la hora de pasar la ITV», explica Navarro. Además, serán los que ofrezcan una garantía de dos años ó 100.000 kilómetros tanto por la mano de obra como por el equipamiento.

Posteriormente, tanto el propio taller como el cliente puede pasar la ITV para su homologación, en la que «se necesitarán tres certificados: el de taller, conforme la transformación se ha realizado correctamente; un certificado de estanqueidad, donde el taller se responsabiliza y certifica que el circuito es estanco y no tiene ninguna fuga; y el emitido por un laboratorio homologado por el Ministerio», añade.

Por lo tanto, en la ficha técnica que entregan al final de la ITV ya será un vehículo oficialmente propulsado con autogás. Estos datos ya se cruzan con la DGT, y ya se puede solicitar la etiqueta Eco en cualquier oficina del organismo, Correos y gestorías con un precio de 5 euros. La transformación tiene un coste más elevado. «El precio en un modelo gasolina de cuatro cilindros e inyección indirecta, impuestos incluidos y homologación, ronda los 1.500 euros -con un precio máximo de hasta 2.300 euros en el caso de motores mayores como de 6 y 8 cilindros-. En el caso del diésel el rango es más alto, de entre 1.900 y 2.500 euros, ya que la gestión y el desarrollo en este tipo de motorizaciones son más difíciles», señala Navarro, al tiempo que concluye que «en un modelo de gasolina, en 20.000 kilómetros ya se ha amortizado la inversión ya que esta conversión conlleva un ahorro de hasta un 40% en combustible».

'Retrofit'

La transformación de un vehículo de combustión en eléctrico, también denominado 'retrofit', es otra de las opciones para conseguir la etiqueta 0 emisiones de la DGT, aunque a un coste mucho mayor que el autogás. Existen ya desde hace años empresas como Ecoche, que disponen de un plan para suavizar el coste de la homologación. «Se trata de juntar pedidos de conversión para que los importes se diluyan entre cada unidad y se pueda abordar el proceso sin un desembolso desorbitado», explican.

Algo que también hacen desde Elektrun Cars, quienes diseñan, testean y homologan un 'kit' -motor eléctrico, paquete de baterías y electrónica- para acoplar en un vehículo específico que antes era de combustión. En concreto, en la actualidad trabajan en 180 pedidos para transformar Mini clásicos, que alcanzan los 150 km de autonomía. Aunque todo este proceso necesita de un periodo de un año -debido a la ingeniería y homologaciones-, el cual termina en un taller asociado para su colocación y paso por la ITV. «El Mini ronda un precio de conversión de entre 14.000 y 16.000 euros, con una garantía de hasta 10 años», subraya A.D. Sánchez, fundador de Elektrun Cars.

El todavía elevado precio «se debe a las múltiples gestiones y coste de los materiales. Algo que mejoraría si en España hubiera ayudas para este tipo de eléctricos. Es decir, por alguien que compra un vehículo de estas características, le dan hasta 7.000 euros; pero por alguien que decide reciclar su vehículo y hacerlo más ecológico, no existen», especifica Sánchez.

De hecho, el fundador de Elektrun Cars especifica que la demanda es muy alta. «Tenemos 1.900 pedidos entre vehículos clásicos, utilitarios como el Seat Ibiza, furgonetas de reparto de última milla...» Y todos estos modelos, tras pasar la ITV reglamentaria, conseguirían la etiqueta 0 emisiones, la que más ventajas económicas y de movilidad ofrece.

Histórico

Los ayuntamientos permiten la circulación de los vehículos históricos, es decir, con al menos 30 años de antigüedad desde su fabricación o matriculación -también permanecer en su estado original, no habiéndose modificado de forma sustancial las características técnicas de sus principales componentes: motor, frenos, dirección y carrocería-, en las ZBE. Eso sí, circular y aparcar en un parking cerrado. Para circular y estacionar en superficie, los vehículos tendrán que tener más de 50 años. Un vehículo histórico también tiene otras ventajas: exención del Impuesto de Tracción Mecánica -en función del ayuntamiento-, seguros económicos, así como su revaloración, «debido a su escasez y carácter oficial de vehículo único», apunta Antonio Guzmán, asesor reglamentario de Approvalab, Laboratorio Oficial de Catalogación de Vehículos Históricos.

Así, todo aquel que esté interesado en catalogar un vehículo como histórico, «debe dirigirse a un laboratorio de catalogación de vehículos históricos autorizado por la comunidad autónoma donde reside», detalla Antonio Alcocer, director técnico del laboratorio, en Madrid, Extremadura, Castilla y León y Andalucía.

Los pasos a seguir son: «obtener un informe técnico de catalogación, presentar en la Consejería de Industria de la comunidad autónoma donde se esté solicitando la catalogación -abonando las tasas correspondientes, si procede-, que se apruebe y solicitar cita en una estación ITV para pasar una inspección previa a matriculación», detalla Alcocer. «Una vez obtenida la nueva Tarjeta de Inspección Técnica, se presenta la documentación en la DGT para que proceda a su matriculación como VH abonando varias tasas», añade.

Guzmán puntualiza que la «catalogación certifica que se trata de un vehículo original, que no tiene reformas o modificaciones que alteren su carácter original. O lo que es lo mismo, que se trata de un vehículo auténtico, el que se fabricó y que se conserva en un estado de conservación aceptable para circular».

Por último, el coste de todo el proceso dependerá de la comunidad autónoma donde se tramite ya que las tasas de Industria e ITV, así como el precio de las placas de matrícula, varían. «Hablamos de una horquilla de entre 600 a 900 euros», concluyen desde Approvalab.

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