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Pegaso, las alas del transporte por carretera en España

Pegaso, las alas del transporte por carretera en España

La empresa dio un gran impulso a la industrialización española tras la Guerra Civil y aportó hitos tecnológicos

Noelia Soage

Miércoles, 31 de marzo 2021

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La automoción española está en 2021 de aniversario. Este año se cumplen 75 del nacimiento de la Empresa Nacional de Autocamiones (Enasa), creada en 1946 por el Instituto Nacional de Industria (INI), embrión de la que a partir del año siguiente se llamaría Pegaso. Su nacimiento vino de la mano del proyecto de la gran fábrica de Madrid, cuya primera fase de construcción se completó en 1955. La nueva Enasa adquirió las instalaciones y proyectos de Hispano Suiza en Barcelona, la única superviviente de toda la industria nacional del automóvil tras la Guerra Civil española dedicada a la fabricación de camiones y motores de aviación para el Ejército del Aire. De esta forma, el último camión de diseño Hispano Suiza (denominado 66-G), pasó a convertirse en el Pegaso I.

Así, en 1947, nace la histórica marca española Pegaso, tomando el nombre del caballo de la mitología griega símbolo de potencia y ligereza, para convertirse en uno de los grandes precursores de la industrialización española. De las instalaciones catalanas salieron el Pegaso I y el Pegaso II, ya con motor diésel Z-202, que heredaban la moderna cabina chata del Hispano-Suiza 66-D. Este diseño tan peculiar les dio el sobrenombre de ‘mofletes’ y sus prestaciones eran de récord para la época: su peso máximo autorizado, con remolque, era de 26.500 kilos, era capaz de subir pendientes de hasta el 14% y llevaban el volante a la derecha para mejorar la visibilidad de la cuneta.

Galería. Los modelos más significativos de Pegaso-Iveco en 75 años

En 1952 se crea un prototipo eléctrico del Pegaso II, que no llegó a producirse pero contaba con grandes virtudes para la época. Su paquete de acumuladores eléctricos garantizaba 900 usos y se cargaba en solo cinco horas, proporcionando una autonomía de 75 kilómetros.

Pero Pegaso no solo fue camiones. También construyó los coches más avanzados y rápidos de su época: el Z-102 -que equipaba un motor V-8, suspensión independiente en las cuatro ruedas y caja de cambios en el eje trasero, adelantándose a su época- y Z-103. Aunque diversos factores externos hicieron que solo se fabricaran 86 entre 1951 y 1957, convertidas en piezas de extremado valor para los coleccionistas.

En aquella época, el diésel tenía muchas posibilidades y Pegaso comenzó a desarrollar un nuevo motor más pequeño, moderno y eficiente, que sería el corazón de un camión completamente nuevo y diseñado desde cero. El Z-207 tenía un peso máximo autorizado de 11.000 kilos y alcanzaba más de 90 km/h. Aunque con apenas un año de comercialización, en 1960 se decide reemplazar por un modelo menos sofisticado y complejo de fabricar. Su relevo fue el Comet, con dos grandes ventajas: ya estaba probado a nivel mundial y era más económico de fabricar. Y su presentación fue espectacular: 180 Pegaso Comet salieron juntos de la fábrica con destino a los concesionarios en toda España. Ambos modelos transformaron la historia del transporte en España ya que después llegaría la nueva gama 1080 con el diseño de ‘cabina cuadrada’ (1972), que supuso un gran salto tecnológico. En su configuración de chasis cuatro ejes podía llegar hasta las 36 toneladas de peso y con el motor 12 litros de Pegaso de 352 CV era el camión más potente de Europa.

Aunque el camión que causó un gran impacto en el Salón de Barcelona de 1989 fue el SOLO 500, primer ‘concept truck’ de la industria europea, que anticipó muchas de las tecnologías de las que disfrutamos en la actualidad, como el GPS, cámaras de retrovisión, radar de cercanía y otros asistentes de conducción.

También en el mundo deportivo Pegaso se hizo un hueco, participando en varias ocasiones en el Rally París-Dakar -sobre la base de versiones militares- y compitiendo en el Campeonato Europeo de Camiones de 1989 y 1990. De hecho, las 4 victorias conseguidas en el Circuito del Jarama en 1990, dieron lugar a la fabricación de una serie especial Troner Jarama, el último modelo de la marca, en 1990.

Y en ese mismo año se consolida un acuerdo histórico: Iveco llega España haciéndose con Enasa, propietaria de Pegaso, para producir su primer ejemplar español para el transporte ligero, el Daily. Este modelo se producirá, hasta hoy, en la fábrica de Valladolid -antiguamente de SAVA, adquirida por Enasa en 1968-, así como el Eurocargo, que supuso la incorporación a la gama de una versión que abarcaba el transporte de media carga. A lo largo de los siguientes años, la planta crecería constantemente y adquiriría renombre internacional. En la actualidad es pionera en la industria 4.0 y produce la tercera generación del Daily, y con propulsor gas natural; así como el primer camión de gas natural diseñado para operaciones de larga distancia, el Stralis, con una autonomía de 1600 kilómetros.

Asimismo, como el ADN de Pegaso sigue vivo a través de Iveco, este 2021 su último modelo S-Way luce la icónica imagen de Pegaso con un completo kit de personalización que incluye vinilos para la carrocería y placas con el logo, entre otros detalles.

Un futuro cero emisiones

En los próximos diez años «vamos a ver en el transporte la misma evolución que sufrieron los teléfonos móviles entre 2010 y 2020», según Ruggero Mughini , director general de Iveco para España y Portugal. Desde su punto de vista «se va a producir una transición energética hacia vehículos de energías alternativas, con el objetivo de construir vehículos 0 emisiones como el camión de hidrógeno». De hecho, Iveco va a seguir unos pasos concretos en esta transición, «comenzando por el gas -donde hoy la marca es una institución- para pasar en 2022 al vehículo eléctrico y llegar al de pila de hidrógeno, previsto para el año 2023» asegura.

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