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Ford Mustang Mach-E Micael Löfgren
Ford Mustang Mach-E: ciencia ficción

Ford Mustang Mach-E: ciencia ficción

Ha tardado en dar el salto al eléctrico, pero la firma de Michigan lo ha hecho cuando se ha encontrado firmemente preparada para plantar cara a sus rivales, uno de los cuales se encuentra en casa: Tesla.

Aythami Alonso

Viernes, 17 de diciembre 2021, 09:31

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Ha tardado en dar el salto al eléctrico, pero la firma de Michigan lo ha hecho cuando se ha encontrado firmemente preparada para plantar cara a sus rivales, uno de los cuales se encuentra en casa: Tesla.

Para ello ha recopilado todo un arsenal tecnológico que le permite situarse a la vanguardia en cuanto a soluciones ingeniosas, como el acceso al interior mediante el smartphone o, en su caso, mediante un teclado táctil situado en el marco de la puerta del conductor.

En el apartado motriz ha apuntado igual de alto, ofreciendo una combinación de baterías, propulsores y sistemas de tracción capaces de satisfacer un amplio espectro de necesidades. Nosotros hemos probado la versión con tracción total, 351 CV y una autonomía de nada menos que 540 km.

Desde un primer momento, Ford ha tenido claro que la irrupción de la electricidad en el sector automoción se iba a producir por lo alto de la pirámide, es decir, serían los usuarios más pudientes los primeros en dar el salto a los voltios en detrimento de los octanos, principalmente por la necesidad ineludible de tener un punto de recarga propio y la carestía inherente de un vehículo de batería respecto a un térmico. Por ese motivo ha comenzado la casa por el tejado, desarrollando un modelo de gama alta y con el respaldo de un apellido ilustre: Mustang, todo un icono en América y gran parte del mundo.

Con el fin de albergar un nuevo y voluminoso elemento, como es la batería, los ingenieros de Ford Edison han tenido que dar un giro radical al segmento en el que está encuadrado el Mustang eléctrico, pasando de deportivo prestacional a SUV, también prestacional. Para ello han desarrollado una plataforma completamente nueva donde la batería juega un papel fundamental, no solo como acumulador de energía, sino como parte integrante del propio chasis, aportando rigidez al mismo.

Vocación de SUV

Mach-E no puede negar su procedencia Mustang a pesar de sus hechuras todo camino, pues el ostentoso morro y su característica zaga con los pilotos tribarra lo delatan, aportándole un valor añadido como sello icónico que porta esta denominación.

En el habitáculo encontramos lo que se espera de un crossover, es decir, espaciosidad para los ocupantes, abundancia de huecos portaobjetos, un maletero generoso y altura elevada de los asientos, lo que facilita la visibilidad. Una pequeña objeción que hacer a los interioristas es la accesibilidad a las plazas traseras, coartada por la caída del techo, lo que obliga a doblar el tronco para no tocar con la cabeza. De resto, raya la perfección, adornada con el útil cofre de 81 litros situado bajo el capó delantero, ideal para guardar el cable de recarga.

Lo primero que sorprende al intentar acceder al habitáculo es la ausencia de tiradores de puertas, sustituidos por un botón que al ser pulsado abre la hoja. Por otro lado, si tenemos asociado un móvil al coche, no es necesario ni siquiera pulsar el botón, pues la puerta se abre automáticamente al acercarnos con el smartphone en el bolsillo ¿Qué ocurre si nos quedamos sin batería en el móvil? Un teclado numérico táctil se ilumina en el pilar B, y tras introducir la clave nos permite introducirnos en el coche. Posteriormente, mediante otro código introducido en el display central podemos dar al contacto e iniciar la marcha. Todo muy de ciencia ficción...

Igual de sorprendente es la tablet central a través de la cual se gestionan todos los sistemas del Mach-E, con una diagonal de nada menos que 15.5». Su manejo es típico americano, o lo que es lo mismo, práctico y sin rodeos, totalmente intuitivo, sin gráficos rebuscados ni florituras barrocas.

Desde la página principal se pueden controlar todas las funciones más importantes sin necesidad de ir saltando de una pantalla a otra: sistema de audio, navegador, telefonía y consumos. En la franja inferior tenemos gestión digital del climatizador y un mando analógico para el volumen de audio, aunque también es posible ejercer el control de todas las funciones mediante la voz, activando el asistente al decir «OK Ford».

Tan parcos han querido ser los responsables de infotainment que han eliminado referencia alguna sobre la transferencia de energía hacia o desde la batería al vehículo y viceversa, además de simplificar los registros de consumo eliminando los decimales, es decir, durante este test hemos logrado una media real de 19 kWh/100 km. ¿La razón? Supongo que desterrar la excesiva atención hacia los consumos y con ello rebajar el nivel de stress al conductor, que en el pequeño cuadro de instrumentos digital frente a su vista puede chequear lo que queda de autonomía mediante un pequeño dígito del porcentaje de batería y kilómetros. No es posible solicitar 'Head Up Display'.

Tracción total, 351 CV

La gama Mustang Mach-E queda conformada alrededor de cinco versiones, cuatro de las cuales ya están en el mercado, y una quinta (GT) que lo hará a final de año. La variante de acceso (desde 42.636 euros) dispone de propulsión mediante un motor eléctrico de 269 CV ubicado en el eje posterior, alimentado por una batería de 68 kWh, que le proporciona una autonomía de 440 km. Esta misma unidad propulsora, con la potencia incrementada hasta los 294 CV, puede incorporar una batería de 88 kWh que extiende el rango hasta los 610 km.

En el siguiente escalón se encuentran las variantes de tracción total, que añaden un segundo motor en el eje delantero, con potencia de 269 CV, batería de 68 kWh y autonomía de 400 km; o potencia de 351 CV, batería de 88 kWh y rango extendido hasta los 540 km, que es la versión que nos ha cedido Archiauto para esta prueba. En lo alto de la pirámide se encuentra la versión GT, de hasta 487 CV y autonomía eléctrica de 490 km.

Como todo buen vehículo eléctrico, el Mach-E dispone de prestaciones capaces de eclipsar al deportivo más pintado, especialmente en recuperación y aceleración desde parado, como queda reflejado en el dato de 0-100 km (5,1 segundos) de la versión 4X probada que, como dijimos anteriormente, nos procuró un consumo medio de 19 kWh a lo largo de los 196 km que recorrimos durante la prueba por todo tipo de trazado.

Whisper, Active, Untamed

De forma muy original ha bautizado Ford a los tres modos de conducción disponibles en el Mach-E, alejándose del estereotipo al uso con unos sugerentes nombres: 'Whisper' (susurro) es el modo más eficiente, suavizando la entrega de potencia y la asistencia de la dirección. 'Active' sube un punto las prestaciones pero sin olvidar el consumo, mientras 'Untamed' (salvaje) se centra en aportar a los ocupantes sensaciones de deportividad, rematadas por el sonido simulado de un motor V8 que ruge en plena aceleración y que se escucha únicamente en el habitáculo.

A nivel dinámico el Mach-E tiene un comportamiento típico de BEV (Battery Electric Vehicle), es decir, buen nivel de agarre en curva (bajo centro de gravedad), pero con mucha transferencia de masas dado su alto peso (2.182 kg). Esto significa que debemos adelantar la referencia de frenada y atemperar la velocidad de viraje, pues resulta sencillo salir desplazados por encima de lo calculado. El tarado de las suspensiones en zona con poca ondulación es perfecto, mientras que sobre pavimento bacheado tiende a algo dura. Había que elegir una de las dos y se han decantado por el primer supuesto.

Como algunos de sus competidores, no dispone de levas en el volante para modular la intensidad del sistema regenerativo de frenada, el cual se puede incrementar pulsando el botón «L» en el selector de marchas. Existe también la posibilidad de escoger la función 'One Pedal', que permite conducir utilizando únicamente el acelerador para avanzar al pisarlo, o para detenernos si levantamos el pie.

La recarga es rápida y sencilla gracias a la solución Ford Connected Wallbox, que hace que llevar a cabo esta operación desde casa sea más veloz y conveniente. Disponible en versiones de 7,4 kW y 11 kW, el cargador de pared puede llenar la batería del Mustang Mach-E del 10 al 80 por ciento en aproximadamente 6 horas.

La compatibilidad con la carga rápida CC también viene de serie. Con una potencia de hasta 150 kW, el Mustang Mach-E de propulsión trasera con batería de autonomía extendida añadirá una media de 119 km de autonomía en aproximadamente 10 minutos de carga.

Asistencia a la conducción

Mustang Mach-E es capaz de ofrecer un nivel 4 de conducción autónoma, pero la normativa vigente en la mayoría de países donde se comercializa no permite este escalón de autopilotado, por lo que ha sido activada una parte de los sistemas de ayuda, como el control de crucero adaptativo inteligente con Stop & Go y centrado en el carril, Active Park Assist 2.0, asistencia previa a la colisión con frenado de emergencia automático, o el sistema de mantenimiento de carril con ayuda para el ángulo muerto.

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