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El sencillo truco de la Guardia Civil para descongelar el parabrisas

El sencillo truco de la Guardia Civil para descongelar el parabrisas

«Mejor échale una mezcla de una parte de agua y dos de alcohol», un truco que funciona por el grado de congelación del propio alcohol

S. M.

Madrid

Martes, 22 de diciembre 2020

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El invierno ha llegado y con una prevista bajada de las temperaturas, especialmente durante el próximo fin de semana, que hace que, con mucha probabilidad, por las mañanas nos encontremos el parabrisas del coche cubierto por una capa de hielo. Además de utilizar los tradicionales rascadores, existe un truco infalible con el que podremos hacer desaparecer ese hielo sin dificultad, sin terminar con las manos congeladas y sin que este pueda fracturarse.



El motivo de que este truco funcione es el grado de congelación del propio alcohol, lo que sucede a una temperatura sensiblemente más baja que la del agua. Así de simple, pero así de eficaz.

Lo que no hay que hacer

Una de las imágenes más clásicas es quitar el hielo con una tarjeta de crédito, pero puede meterte en un lío importante. Y es que si vas a rascar el hielo, la tarjeta de crédito no es la mejor opción. Probablemente la tarjeta termine rota, y teniendo en cuenta la cantidad de tarjetas que la mayoría de la gente lleva encima, no tiene mucho sentido escoger precisamente una de las que más cuesta sustituir.

Otra temeridad es intentar derretirlo con agua caliente. Aquellos a los que se les ocurre esta brillante idea probablemente terminen con el parabrisas roto. Esto se debe a que está formado por una lámina de vidrio muy fina (y frágil) pegada a un film plástico (que evita proyecciones de los cristales en caso de rotura) y otra capa fina de vidrio. Si el cristal está muy frío (por eso tiene hielo) y le echamos agua caliente, el golpe térmico lo astillará igual que un martillazo.

Por último, casi igual de catastrófico puede resultar echarle sal. Puede sonar raro, pero a más de uno se le ha ocurrido gracias a las veces que ha visto que se echa en la carretera para evitar el hielo. Pero no habrán caído en que la sal no quita el hielo, sino que evita que el agua se congele. Por eso, si el agua ya está congelada, el proceso será muy lento. A eso hay que sumarle las posibilidades de rayar el cristal, y las de que la sal, muy corrosiva, estropee la chapa del coche.

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