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Aeropuerto internacional de Heathrow REUTERS
Heathrow se planta y pide que las cuarentenas se sustituyan por test

Heathrow se planta y pide que las cuarentenas se sustituyan por test

Londres plantea los confinamientos para «todo el verano» mientras Francia dice que la última medida que tomaría sería un cierre de fronteras.

m. pérez

Madrid

Miércoles, 29 de julio 2020, 20:29

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El Gobierno español ya no es el único enfadado con la política de cuarentenas impuesta por Reino Unido a los viajeros que llegan a las islas desde países inseguros debido al coronavirus. También el director general del aeropuerto londinense de Heathrow, John Holland-Kaye, ha plantado cara al gabinete de Boris Johnson y propuesto que se realicen test de covid-19 en sustitución de las cuarentenas; una estrategia que precisamente puso ayer en marcha Berlín, con pruebas diagnósticas voluntarias en su principal terminal aérea y que se convertirán probablemente en obligatorias desde el próximo lunes.

«El Reino Unido necesita un régimen de pruebas de pasajeros y rápido», urgió Holland-Kaye en unas declaraciones a la BBC. «Sin él, Reino Unido solo estará jugando a una ruleta de las cuarentenas», agregó, en referencia a la variabilidad en el crecimiento del virus por el planeta. De hecho, España figuraba hasta hace unos días en la lista de países seguros, que se revisa cada pocos días. El director cree que el sistema de testado podría estar listo en un par de semanas «y luego tendríamos que trabajar con el Gobierno para ver qué pasa después».

Heathrow es el aeropuerto más activo de Europa y una piedra angular de la economía británica. El año pasado registró algo más de 80 millones de pasajeros y cerca de 500.000 operaciones aéreas. Este verano confiaba en comenzar a recuperarse de los efectos de la pandemia, que redujó un 96% su volumen de viajeros entre marzo y junio a causa del cierre de fronteras, con una pérdida de 102 millones de euros. Fue uno de los primeros en tomar la temperatura a sus usuarios cuando el coronavirus se instaló definitivamente en Europa. A sus responsables tampoco les vale la opción barajada por el Ejecutivo, ante la presión de otras naciones y, sobre todo, España, de establecer 'corredores sanitarios' ya que no satisfaccen más allá de un 30% de actividad.

Boris Johnson todavía no se ha decidido a probar el plan diseñado por el aeropuerto. Ayer mismo, distintos portavoces de su equipo y del partido conservador subrayaban los argumentos empleados por el primer ministro el día anterior: las cuarentenas se establecen para evitar «sembrar» el patógeno en suelo británico ante los «indicios de una segunda ola de la pandemia» que se «están viendo en algunos lugares» de Europa. El Ejecutivo trabaja con la idea de que las medidas de protección durarán todo el verano ante la lógica de que el tránsito se mutiplicará desde mañana. Si ahora mismo 600.000 británicos disfrutan de sus vacaciones en España, el triple ya han hecho sus reservas para agosto.

El espejo donde Johnson podría encontrar una fórmula que le haga cambiar de opinión es Alemania. Ante el aumento de contagios locales y la necesidad de frenar los importados, el Gobierno federal se ha decantado por la vía de las pruebas diagnósticas voluntarias para aquellos que procedan de países de riesgo (A España solo desaconseja viajar a sus regiones más castigadas). Desde ayer, cualquier pasajero puede hacérsela en el aeropuerto de Berlín y antes del fin de semana será posible en el de Schönefeld, el segundo de la capital alemana.      

Más selectivos

De momento, nadie está obligado a someterse al examen, pero esta circunstancia cambiará con casi total seguridad a partir del lunes. El Ejecutivo espera el resultado de un informe jurídico que confirme que es posible, sin contravenir las normas de confidencialidad o de libre tránsito, ordenar a todos los recién llegados pasar por el test; solo los positivos deberían hacer cuarentena mientras el resto podría continuar con su vida, «lo cual es menos lesivo a la economía», dicen las autoridades.

En medio del creciente achique de espacios en Europa -también Bélgica y Austria han endurecido las restricciones-, Francia descartó ayer tomar cualquier medida que suponga cerrar fronteras. El secretario de Estado de Exteriores, Clément Beaune, indicó que ésta es una solución de último recurso que «no se puede excluir nunca en función de la situación sanitaria», pero sí «evitarlas tanto como sea posible». A cambio, apostó por los métodos «selectivos» basados en áreas concretas donde el virus sea más agresivo.

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