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Los agentes dispersan a los manifestantes con cañones de agua durante la protesta del sábado en Roma. g. lami / EFE
Detenidos varios neofascistas por causar disturbios en Italia

Detenidos varios neofascistas por causar disturbios en Italia

Entre los arrestados figuran dos líderes del partido Fuerza Nueva que atacaron el sábado en la capital la sede del principal sindicato

ivia ugalde

Domingo, 10 de octubre 2021, 20:39

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Los graves enfrentamientos que durante horas sembraron el caos la noche del sábado en el centro de Roma fueron respondidos este domingo con la detención de una docena de neofascistas. Entre ellos, el secretario nacional del partido ultraderechista Fuerza Nueva, Roberto Fiore, y Giuliano Castellino, responsable del movimiento en la capital, por promover y perpetrar el asalto a la sede de la CGIL, la principal confederación sindical del país, en una protesta contra el pasaporte sanitario.

Imágenes recogidas por el diario 'La Repubblica' muestran que tanto Castellino como Fiore se separaron de la manifestación para atacar el edificio de la CGIL, que sufrió graves desperfectos cuando cientos de personas secundaron la acción y se enfrentaron a las fuerzas del orden arrojándoles objetos. La Policía tuvo que utilizar cañones de agua, gases lacrimógenos, bombas de humo y granadas aturdidoras para dispersar a los autores de unos choques que se prolongaron varias horas.

«¡Asesinos!» o «¡Queremos la dimisión de Mario Draghi y Sergio Mattarella!» clamaban los manifestantes en alusión al primer ministro y al presidente de la República, según informa la prensa local. Draghi, al igual que el jefe de Estado, telefoneó al secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, para trasladarle la solidaridad del Gobierno. «Los sindicatos son una defensa fundamental de la democracia y los derechos de los trabajadores. Cualquier intimidación contra ellos es inaceptable y debe rechazarse con absoluta firmeza», dijo en un comunicado.

Parar la violencia

El jefe del Ejecutivo aprovechó también para condenar la violencia que se produjo en otras ciudades italianas. Por ejemplo, en Milán, la Policía tuvo que cargar igualmente contra los asistentes a la marcha 'No Green Pass' en el que fue el tercer sábado consecutivo de violentos enfrentamientos. «El derecho a expresar las propias ideas nunca puede degenerar en actos de agresión e intimidación», advirtió Draghi.

Por su parte, el diputado del Partido Democrático, Emanuele Fiano, anunció en un acto este domingo con representantes de la CGIL que presentará en las próximas horas una moción urgente ante el Parlamento «para pedir la disolución de Fuerza Nueva y los demás movimientos abiertamente fascistas». Igual de contundente se mostró su compañero de filas, el senador Andrea Marcucci: «La violencia fascista debe pararse inmediatamente. Todas las fuerzas democráticas están hoy con la CGIL y las fuerzas de la Policía».

Fuerza Nueva, fundada en el 1997, es una formación extremista que propone la prohibición del aborto, acabar con la inmigración y abolir las leyes que combaten la incitación al odio por razones políticas, de raza o religión en Italia. Sin embargo, en ninguno de los comicios a los que se ha presentado, solos o en coalición, ha logrado el 0,5% de los votos. Ahora, a raíz de los últimos incidentes, son muchas las voces, del centro y de la izquierda sobre todo, que reclaman su ilegalización.

«Ataque a la democracia»

El sindicato CGIL, por voz de su secretario general, Maurizio Landini, consideró lo ocurrido la noche del sábado como un «asalto fascista». «Es un ataque a la democracia y a todo el mundo del trabajo que queremos rechazar. Nadie quiere devolver nuestro país a los veinte años de fascismo», subrayó.

A lo largo de los últimos meses, los grupos antivacunas y contrarios al pasaporte covid se han radicalizado en toda Italia. Periodistas, virólogos y políticos han recibido amenazas de muerte y a inicios de septiembre se supo que los miembros más extremistas de este movimiento pensaban utilizar armas y explosivos caseros en una protesta en esas fechas en Roma para protestar contra el uso del certificado sanitario.

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