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El presidente ruso, Vladimir Putin. AFP
Putin pone en alerta a las fuerzas nucleares rusas

Putin pone en alerta a las fuerzas nucleares rusas

«Ordeno al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas que pongan las fuerzas de disuasión del Ejército en régimen especial de servicio de combate», señala el presidente ruso

Rafael M. Mañueco

Domingo, 27 de febrero 2022, 15:53

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En medio de la confusión más absoluta a la hora de designar el lugar de encuentro de las delegaciones de Rusia y Ucrania para tratar de alcanzar un alto el fuego y negociar la oferta de «neutralidad» lanzada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el máximo dirigente ruso, Vladímir Putin, echaba más leña al fuego anunciando, durante un encuentro con su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, la puesta en estado de máxima alerta de las fuerzas nucleares del país.

«Ordeno al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas (Shoigú y Valeri Guerásimov) que pongan las fuerzas de disuasión del Ejército ruso en régimen especial de servicio de combate», dijo Putin. Explicó que tal medida es la respuesta a las «declaraciones agresivas» de los líderes occidentales y a las «ilegítimas sanciones» impuestas a Moscú por Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Canadá.

El jefe del Kremlin puntualizó que «los países occidentales no solo son hostiles a nuestro país en el ámbito económico, y con esto me refiero a las sanciones ilegítimas, sino que altos funcionarios de los principales países de la OTAN también se permiten declaraciones agresivas contra nuestro país». En su discurso del pasado día 24, cuando dio orden de iniciar la «operación especial» contra Ucrania, Putin ya blandió las armas nucleares como advertencia a quienes intenten llevar a cabo cualquier tipo de acción para impedir la invasión o ayudar militarmente a Ucrania enviando sus tropas a luchar.

La web del Ministerio de Defensa ruso explica el significado de «régimen especial de servicio de las fuerzas estratégicas» subrayando que «la base del potencial de combate de las Fuerzas Armadas rusas, se ha diseñado para disuadir de una agresión contra la Federación Rusa y sus aliados, así como para derrotar al agresor en una guerra usando varios tipos de armas, incluyendo las nucleares».

Abrir conversaciones

Mientras tanto, tras de desconvocarse la reunión por desacuerdos sobre el lugar para su celebración y después de una conversación telefónica de Zelenski con su homólogo bielorruso, Alexánder Lukashenko, cuyo país votó este domingo un referéndum constitucional, ambos acordaron que el encuentro tenga lugar en la frontera de los dos países, junto al río Prípiats.

El Kremlin aceptó el viernes la oferta de diálogo de Zelenski y parecía que no iba a cuajar debido a que la ofensiva rusa no cesa y a las discrepancias sobre el sitió en donde tendría lugar. Primero se habló de Minsk, la capital de Bielorrusia, y luego de Gomel, ciudad también bielorrusa. Pero en Kiev declinaron ambas sedes por considerar que Bielorrusia está involucrada en el conflicto.

Zelenski dijo este domingo no tener muchas esperanzas de que las conversaciones con Rusia sirvan para algo. La misma opinión expresó su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, para quien la amenaza de emplear bombas atómicas de Putin persigue «presionar» a Ucrania de cara a las negociaciones. Afirmó que «lo que estamos dispuestos a discutir es la manera sobre cómo detener esta guerra y poner fin a la ocupación de nuestros territorios (…) pero no a capitular». «No nos rendiremos, no capitularemos, no cederemos un solo palmo de terreno», avisó Kuleba. Según sus palabras, un guerra nuclear «sería una gran catástrofe para el mundo, pero esa amenaza no nos va a amedrentar».

La fundación del expresidente soviético, Mijaíl Gorbachov, emitió este domingo un comunicado instando al «cese inmediato de las hostilidades y el inicio de negociaciones de paz». En el texto se sostiene que «sólo la negociación y el diálogo basados ​​en el respeto mutuo son la única vía posible para resolver las contradicciones y los problemas más críticos». «Apoyamos cualquier esfuerzo encaminado a reanudar el proceso de negociación», concluye la nota.

Zelenski anunció este domingo también que su país se ha dirigido al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya para que tome medidas contra Rusia por desatar el actual ataque masivo en suelo ucraniano. «Rusia tiene que rendir cuentas por manipular la noción de genocidio con la que ha justificado su agresión», manifestó el presidente ucraniano a través de Twitter. Agregó que espera «una decisión urgente que inste a Rusia cesar su actividad militar. Esperamos que las audiencias empiecen la semana que viene».

En el frente de batalla, los combates más encarnizados discurrieron ayer en la ciudad de Járkov, la segunda más importante del país, después de Kiev. Parecía que era cuestión de horas que esta localidad del este de Ucrania cayera en manos de las tropas rusas. Sin embargo, su gobernador, Oleg Sinegúbov, aseguró por la tarde en las redes sociales que «Járkov está totalmente bajo nuestro control (…) estamos eliminando al enemigo».

Kiev, mientras tanto, sigue registrando combates esporádicos y bombardeos en su periferia, pero resiste por ahora el envite de las unidades rusas. Una de esas explosiones en las afueras de la capital ucraniana alcanzó en la localidad de Vasilkov, 40 kilómetros más al sur, un depósito de carburante, causando un gigantesco incendio y mucha contaminación ambiental.

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