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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llega este viernes a Roma para participar en la cumbre del G20. REUTERS
La polémica persigue a Bolsonaro en su viaje a Italia

La polémica persigue a Bolsonaro en su viaje a Italia

El presidente brasileño participará en la cumbre del G20 de Roma pero no se reunirá con el Papa, que recibe en cambio a Biden

darío menor

Corresponsal. Roma

Jueves, 28 de octubre 2021, 19:26

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Qué mejor que un viaje al extranjero cuando en tu tierra te acusan de crímenes contra la humanidad por tu pésima gestión de la pandemia. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llega este viernes a Roma para participar en la cumbre del G20 después de que una comisión del Senado de su país pidiera el martes su imputación por los errores cometidos durante la crisis sanitaria, que ha provocado en el gigante latinoamericano más de 600.000 muertes. Con una controvertida posición medioambiental, al defender más las explotaciones mineras y agropecuarias que la protección de la Amazonía y las reservas indígenas, Bolsonaro probablemente se va a sentir muy solo en la Ciudad Eterna ahora que ya no está en la presidencia estadounidense un negacionista de la emergencia climática como Donald Trump. Su sucesor, Joe Biden, mantiene una postura antagónica, hasta el punto de que pretende que la cumbre de Roma concluya con el compromiso de los países más desarrollados del mundo de alcanzar las emisiones cero en 2050.

Al contrario que los otros líderes presentes en la cita de este fin de semana del G20 de Roma, el presidente brasileño no viajará a continuación a Glasgow para participar en la cumbre sobre el clima convocada por Naciones Unidas (Cop26). Él se desplazará en cambio a una pequeña localidad de la provincia de Padua, Anguillara Veneta, al noreste de Italia, de donde procede su bisabuelo y cuyo Ayuntamiento le va a nombrar ciudadano honorífico. Esta decisión ha provocado una polémica por las controvertidas posiciones del político brasileño, que a su falta de interés en combatir el cambio climático y proteger la Amazonía suma el negacionismo de la Covid-19 y la transmisión de bulos sobre las vacunas para combatir esta enfermedad. Su último exabrupto fue relacionar estos sueros con la transmisión del Sida.

«La ciudadanía honoraria se le da a Bolsonaro como presidente de Brasil, pero no tiene nada que ver con su persona, sino como representante del pueblo brasileño y de los italianos que emigraron a Brasil», se justificó la alcaldesa de Anguillara Veneta, Alessandra Buoso. Sus palabras no lograron calmar las críticas. La izquierda italiana consideró «un ultraje» la decisión de premiar a un político «misógino y alérgico a la democracia» e incluso el obispo local, Claudio Cipolla, manifestó que se trataba de una visita «embarazosa» y recordó la denuncia de la Iglesia brasileña por «la devastación medioambiental» que está facilitando el Gobierno de Bolsonaro. No ha pasado además desapercibido que aunque el presidente del país latinoamericano va a permanecer cinco días en Italia, no aprovechará su estancia para mantener una audiencia con el Papa en el Vaticano, con el que mantiene posiciones antitéticas.

Francisco, en cambio, sí que recibirá este viernes en el Palacio Apostólico a Biden, el segundo presidente estadounidense católico después de John F. Kennedy. Será la cuarta vez en que ambos coincidan, aunque la primera desde que el líder demócrata llegó a la Casa Blanca. Estos dos hombres que se han convertido en «aliados» y han llegado a posiciones de «máximo liderazgo» a una edad avanzada y con «una dirección progresista», como escribe 'The Washington Post', cuentan con una plena sintonía en cuestiones como la lucha a la emergencia climática y la preocupación por los más débiles. Puede haber más aristas en la conversación entre ambos si Francisco presiona a Biden para que su país ceda más vacunas contra el coronavirus a las naciones pobres o le recuerda el atropellado modo en que Estados Unidos abandonó Afganistán.

El obispo de Roma y el presidente también comparten el común desprecio de la parte más conservadora del episcopado estadounidense. Los obispos que pretenden excomulgar al líder demócrata por sus políticas favorables al aborto son los mismos que no esconden su falta de sintonía con Jorge Mario Bergoglio por su apertura hacia los homosexuales y los divorciados, así como por las limitaciones que ha puesto a la celebración de la misa con el rito preconciliar.

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