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«La lucha canaria felicitó muchas veces al Comandante»

«La lucha canaria felicitó muchas veces al Comandante»

Histórico de los terreros y del sindicalismo en la época más dura del siglo XX, vigente el franquismo, Manuel Trujillo (Telde, 1936), conocido como El Pollo de La Barranquera, lleva dos décadas viviendo en Cuba, tierra de la que ha adoptado su nacionalidad y en la que, también, aumentó la familia.

Jueves, 1 de enero 1970

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Allí, en su casa del habanero barrio del Vedado, ha decidido ver pasar el tiempo siempre en posición militante. Porque basta un abrazo fraternal suyo con esas manos gigantescas o escuchar la voz ronca y rotunda que le caracterizó siempre para darse cuenta que las ocho décadas que le contemplan no le han restado vitalidad ni orgullo. Toca hablar de Fidel Castro en este 13 de agosto que conmemora su natalicio y Barranquera hasta amaga con ponerse de pie. Sus palabras alusivas al Comandante mezclan admiración, solemnidad y pasión. Habla desde el alma. Con él no hay equívocos.

«Fidel siempre fue una persona muy humilde, aunque era inevitable que, en cada cumpleaños suyo, se organizaran actos para transmitirle el amor que le profesaba el pueblo cubano. Hoy nos falta físicamente, aunque sigue muy presente. Yo lo recordaré espiritualmente. Brindaré a su salud desde El Pajar tomándome una cervecita en su memoria y recordando con mucha emoción lo que significó para la humanidad», expone.

Hace referencia a las exposiciones de cariño que se escenificaban cuando al dirigente revolucionario le llegaba el turno de soplar velas y rescata, con los ojos iluminados, la contribución que hizo en estos eventos.Siempre con la bandera de la canariedad de la que tanto presume al otro lado del Atlántico.

«Entre los años 1997 y 2000, cuando promocionábamos la lucha canaria en Cuba, nos invitaban, desde el Gobierno, a hacer luchadas en honor al Comandante. Y en varios sitios a la vez. El Parque Lenin, la playa de Cojímar, frente a la estatua de Hemingway, o Cienfuegos. 200 y hasta 300 niños en un espectáculo tremendo.Fue nuestra humilde contribución a Fidel, al que felicitamos varias veces su cumpleaños de esta manera tan identificativa», evoca. Y sabe, con fuente identificada, que al histórico líder le agradó este detalle. Así lo explica: «Una amiga que yo tenía en el Consejo de Estado llamada Minerva Valdés, hoy ya jubilada, me contó que una vez, terminada una reunión presidida por Fidel, éste, con unos prismáticos, miró a una explanada verde que hay frente a la Plaza de la Revolución llamada La Timba en la que estaban varios niños haciendo lucha canaria. Fidel le preguntó a Valdés que de qué deporte se trataba, ella le dijo que era del deporte del canario, y la respuesta del Comandante fue que le parecía muy bonito, que le gustaba esa disciplina. Eso me confortó y lo llevo guardado. Es una anécdota de enorme significado para mí».

Barranquera participó en las manifestaciones de dolor que se dieron en las calles de La Habana tras la muerte de Fidel, algo que hizo «de corazón» porque, subraya, se declara «un admirador incondicional» de Castro.

«Llegó hasta el final con sus ideales. Como decía Bertolt Brecht: «Los hombres y mujeres que luchan toda la vida son imprescindibles». Y Fidel sigue siendo imprescindible para Cuba y el mundo. La humanidad le debe mucho porque él luchó contra el cambio climático, las guerras, las injusticias sociales... Fidel no ha muerto y hoy celebra años como seguirá pasando cada 13 de agosto. Cuba es fidelista en agradecimiento a que él dedicó toda su vida a su país». Palabra del Barranquera.

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