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En la península rusa de Kamchatka, donde el termómetro continúa bajo cero a estas alturas del calendario, están acostumbrados a caminar sobre varios centímetros de nieve en plena primavera. Pero estos días no queda ni rastro de esa blanca estampa. Una montaña de ceniza cubre caminos, bosques, vehículos, edificios... y todo lo que se encuentra a su paso en esta zona situada a los pies del volcán Shiveluch. Su erupción el pasado martes ha arrojado partículas de lava sobre importantes áreas como no lo había hecho en más de medio siglo. La última vez que se vio algo parecido fue en 1964.
La nube de ceniza ha alcanzado unos 108.000 kilómetros cuadrados desde que el volcán comenzó su actividad en torno a la una de la madrugada (hora local) del martes. Hay aldeas de Kamchatka donde sus habitantes pisan sobre unos 8,5 centímetros de polvo de lava. Su caída derritió la nieve que se amontonaba en varios puntos de esta zona ubicada al este de Rusia donde conviven con el Shiveluch, que este miércoles seguía en erupción. De hecho, las autoridades locales han emitido un aviso rojo para la aviación ya que la presencia de restos volcánicos «podría afectar a los vuelos internacionales y a los que vayan a baja altura». Las condiciones meteorológicas, con ventiscas y nevadas, tampoco ayudan. En Japón se mantienen en alerta por si el movimiento volcánico pudiera alterar las mareas con consecuencias para su costa aunque, por ahora, no han observado peligro alguno.
La previsión es que el volcán, uno de los más activos en esta península que se adentra en el océano Pacífico, recupere la calma en las próximas horas aunque los expertos no descartan nuevas nubes de ceniza. Los vecinos de Kamchatka, unos 300.000, se enfrentan por ahora a un complicado escenario con imágenes más propias de una tormenta del desierto que de un rincón del mapa donde nieva prácticamente durante todos los meses del año, a excepción del verano (julio, agosto y septiembre). La erupción -acompañada 24 horas después de un terremoto de magnitud 5,8 que golpeó la costa- no ha dejado víctimas mortales, pero hay escuelas y carreteras cerradas, las autoridades ordenaron a los residentes permanecer en sus casas y se distribuyen mascarillas y agua potable entre ellos. Un par de aldeas se quedaron sin suministro eléctrico -el pueblo de Klyuchi, a unos 50 kilómetros de la 'zona cero', se ha llevado la peor parte- pero ya ha sido restablecido.
En esta península se levantan en torno a 160 volcanes, incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, aunque sólo se detecta movimiento en una veintena. El Shiveluch, que se levanta a unos 6.800 kilómetros de Moscú, es uno de los mayores y más activos, y la prueba es que ha protagonizado alrededor de sesenta erupciones de cierta consideración en los últimos 10.000 años. La más reciente de importancia tuvo lugar en 2007. Pero un fenómeno como el de estos días, con montañas de ceniza de tal tamaño, no se veía desde hacía seis décadas.
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