La CDU alcanza un triunfo abrumador en Schleswig-Holstein

Fuera de esa cámara quedarán La Izquierda, que se ha convertido en una formación marginal muy lejos del 5% necesario para conseguir representación parlamentaria, pero también los ultranacionalistas de Alternativa para Alemania (AfD), a los que las encuestas de las dos cadenas públicas de la televisión germana sitúan por debajo del listón obligatorio. Schleswig-Holstein es el primer estado federado en el que los populistas y euroescépticos de AfD pierden sus escaños. El resultado supone un bálsamo para los cristianodemócratas tras el fracaso el pasado otoño en las elecciones generales alemanas, en las que fueron superados por los socialdemócratas y se vieron obligados a ceder la Cancillería Federal a Olaf Scholz. La CDU había sufrido un nuevo revés este marzo en las elecciones al estado federado del Sarre, donde perdieron el poder en favor del SPD después de más de 20 años de dominio en esa región.

Con estos resultados el reelegido primer ministro del estado con costas a los dos mares que bañan Alemania, el Báltico y el mar del Norte, tiene abiertas todas las posibilidades para elegir socio de coalición. El último lustro ha gobernado en alianza con Los Verdes y los liberales, con los que seguramente iniciará contactos por separado en los próximos días para formar el nuevo ejecutivo, aunque ahora le bastará uno solo de esos partidos para alcanzar una mayoría parlamentaria. También sería posible un pacto con el partido que defiende los intereses de la minoría étnica danesa en esa región, que habita sobre todo el norte del estado, junto a la frontera con la vecina Dinamarca. El triunfo conservador es mérito exclusivo de Günther, un político de 48 años muy popular y querido, que ha destacado por su efectiva gestión de la pandemia de coronavirus. Su victoria le convierte además en un serio candidato a liderar la campaña electoral de los conservadores para las elecciones generales de 2025 en Alemania y en un rival potencial para el actual presidente de la CDU, Friedrich Merz, en el que muchos ven un dirigente transitorio.