Maduro rompe con la oposición por la extradición de Saab

El presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la delegación gubernamental en el diálogo con los detractores del chavismo, Jorge Rodríguez, fue el encargado de dar a conocer la ruptura unilateral de las conversaciones. «En virtud de esta gravísima acción -la extradición de Saab- suspendemos nuestra participación en la Mesa de Negociación», dijo el representante del oficialismo, que se negó a viajar este domingo con su delegación a Ciudad de México para celebrar la reunión prevista «como expresión profunda de nuestra protesta».

El líder opositor y autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, calificó de «irresponsable» la decisión adoptada por Caracas, al tiempo que se congratuló porque Saab será llevado finalmente ante la Justicia. Con igual entusiasmo reaccionó el mandatario colombiano, Iván Duque, quien calificó como un «triunfo» en la lucha contra la corrupción la extradición del empresario de Barranquilla, de ascendencia libanesa, que también fue perseguido por la Justicia de su país por diversos fraudes e incluso le expropió mansiones y fincas.

A Saab, a quien el Gobierno de Maduro intenta presentar como un héroe de la revolución, le había sido concedido por el chavismo el pasaporte diplomático venezolano en un intento por blindarle de la Justicia. Con ese argumento, el régimen tildó este domingo su extradición de «grave violación de los derechos humanos contra un representante de nuestro país ante el mundo». Asimismo, se reafirmó en denunciar las «torturas y malos tratos» que habría sufrido en Cabo Verde desde que el 12 de junio de 2020 fue arrestado cuando hacía escala de uno de sus viajes de negocios hacia Rusia, Irán o Turquía

«Alex Saab, secuestrado por el imperio», rezaba la consigna con la que el régimen bolivariano convocó este domingo una marcha en Caracas en favor del abogado colombiano, cuyo rostro figuraba en todos los panfletos. Expertos y figuras como la exfiscal general venezolana Luisa Ortega fundamentan los grandes esfuerzos y el dinero invertido por el Gobierno en su defensa en el hecho de que ejercía como «principal testaferro de la autocracia» de Maduro y su familia y dispone de mucha información que puede comprometerles.

Saab, que comenzó como vendedor de llaveros promocionales, se convirtió en una gran fortuna a raíz de sus vínculos con el chavismo. Él y su socio Álvaro Pulido, en paradero desconocido, están acusados en EE UU de dirigir una red que explotaba la ayuda alimentaria destinada a Venezuela. Pero también ejercía de «funcionario público» en la «misión» de adquirir en Rusia e Irán «comida, medicinas, repuestos para las refinerías y diferentes empresas», según cuenta él mismo en una serie en su canal de YouTube.