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‘Colorao’ de talento

Jueves, 1 de enero 1970

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Soy muy de refranes y hay algunos como el que dice que nadie es profeta en su tierra, que por desgracia, nunca pasan de moda. En el caso que les planteo, esta afirmación se ajustaría en un altísimo porcentaje a una persona que ha tenido su reconocimiento social, pero quizás no tanto como merece un maestro de su envergadura. Domingo Rodríguez el Colorao ha sido, junto al gran José Antonio Ramos (QEPD) y Benito Cabrera, uno de los grandes impulsores del timple, el instrumento que une a nuestras siete Islas Canarias, y que lo sacó del desván del acompañamiento y parrandeo, para instalarlo en el escenario donde sólo lucen los grandes solistas.

Pero a pesar de que el Colorao es uno de los responsables de que la música tradicional canaria y, más concretamente, nuestro timple, goce de salud y reconocimiento, él sigue como siempre, con su eterna sonrisa y acudiendo allá donde le invitan para echarse unas piezas y deleitar con un arte que sólo él sabe transmitir. Hablo de un maestro con letras mayúsculas, un músico que en su momento salió a estudiar guitarra a Francia pero que regresó a su Fuerteventura natal porque sabía que su sitio estaba ahí, en la tierra que lo vio nacer y tocando ese pequeño instrumento chillón de cinco cuerdas que conoció cuando era pequeñito.

Domingo no se ha dejado seducir por nuevas tendencias tecnológicas ni otros registros que no sean las folías, malagueñas, polkas o saltonas. Él quiere que el legado que le dejaron sus abuelos, lo recojan sus nietos y biznietos, y por ello ha seguido luchando casi en solitario por transmitir nuestro folklore desde una nueva óptica, la que derrocha desde su virtuosismo y esos dedos que navegan sobre las cinco cuerdas y que se mueven con tanta rapidez que casi ni se ven.

Ahora, el majorero viene a Gran Canaria con un firme propósito: llenar dos días consecutivos el siete y ocho de febrero el teatro Pérez Galdós. Presenta Jable, su nuevo trabajo que es la continuación de Aulaga, que en su décimo aniversario sigue siendo uno de los trabajos musicales referencia en el folklore regional.

El canario es un pueblo que siempre ha acogido con los brazos abiertos artistas ilustres que vienen de fuera, pero ahora tenemos la oportunidad de disfrutar de lo nuestro, en el mejor escenario posible y con uno de los grandes, el Colorao, que sacará su talento acompañado de un puñado de amigos en dos noches que prometen hacer historia.

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