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Willy Brandt en Jandía: playa, pesca y carrera en burro

Willy Brandt en Jandía: playa, pesca y carrera en burro

Los recuerdos de la estancia del canciller alemán Willy Brandt en Jandía entre el 27 de diciembre de 1972 y el 13 de enero de 1973 los guarda Klaus Husmann. El piloto de avión y compatriota del político socialdemócrata le organizó hasta un paseo en burro que acabó por los suelos en el caso de Ruth Brandt.

Domingo, 1 de mayo 2016, 01:00

Las vacaciones del canciller alemán Willy Brandt (Lübeck, 1913-Unkel, 1992) en Jandía se archivan en los periódicos de la época y en las fotos y los recuerdos de Klaus Husmann, piloto germano que hizo algunas de las fotografías que ilustran este reportaje. El político socialdemócrata visitó Fuerteventura en busca de algo de calor para sus bronquios , revolucionando un sur majorero que daba sus primeros y tímidos pasos en el turismo.

Husmann (Dietlingen, 1946) transportó los materiales de construcción al primer hotel en Jandía Costa Atlántica hasta el aeropuerto de los Estancos como copiloto de una DC-7C desde Südflug-Stuttgart. El mismo hotel donde luego se hospedó Brandt entre el 27 de diciembre de 1972 y el 13 de enero de 1973. Fueron más de quince días durante los que estuvo presente en parte, como por ejemplo la organización de los paseos en burro.

Klaus subraya antes que nada que el canciller alemán prefirió Fuerteventura por encima de las villas privadas de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote, «que consideraba incompatibles con su cargo». La decisión de Brandt provocó una conmoción en la Jandía y en el resto de Fuerteventura de la época. El séquito del político socialdemócrata se acomodó en el Robinson Club y en la cercana Casa Atlántica. «Las patrullas de la Guardia Civil patrullaban las montañas, el depósito de agua de Morro Jable y observaban con sus prismáticos cada uno de los barcos pobres que cruzaban por la costa de Jandía», recuerda Husmann. También se movilizó a una docena de agentes de paisano en una isla cuyo único acontecimiento fue precisamente la visita de Brandt.

En la prensa de la época, la visita del canciller tuvo también una enorme y lógica repercusión, adornada por una ristra de autoridades que le recibieron. A su llegada a la isla, los rotativos destacan que Brandt alabó el clima majorero y que había dejado Alemania con cero grados.

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