Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
De fútbol, ni se habla. La semana ha estado invadida por las proclamas populistas de una afición que pide castigo al Tenerife, cuya hegemonía en los últimos años admite poco debate. Importa ganar más por el orgullo que por los puntos, salvado el pellejo y centrados los focos en recrearse con el cadáver. Tanto tiempo de sometimiento recobra ahora vigencia cuando el escenario dibuja un intercambio de poderes inédito en décadas. La UD vuelve a ser la bandera del fútbol canario. Embajador único en el panorama profesional. El Tenerife queda reducido a la infamia, luego de una temporada lastimosa coronada, como se veía venir, por su descenso.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.