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Una voluntad sin barreras

Todo en Andrés es especial. Su tesón, su familia y hasta la carrera que cursa en Madrid, INEF, que lo ha convertido en una celebridad. «Tú eres de Lanzarote», le dicen sus compañeros. Le preocupaba su tiempo en crol y se dedicó a espalda, quedando subcampeón de España en natación adaptada.

Lourdes Bermejo

Domingo, 3 de julio 2016, 01:00

La cosa no empezó bien en el Campeonato Nacional Absoluto de Natación Adaptada por Clubes, que se celebró en Valladolid hace unos días. «Me descalificaron en la primera prueba, me enrabieté y perdí 20 segundos, lo que no me esperaba, ya que me dejaba en desventaja. Para remate, me caí a la piscina con el andador», bromea.

Andrés Martín Ferrer competía en S4 (las clases S1 a S10 engloban a los competidores con discapacidad física o parálisis cerebral, siendo los de la S1 los más afectados y los de la S10 los más leves) y terminó quedando subcampeón de España en la modalidad de espalda. «Llevaba dos años estancado en tiempos en crol y mi entrenador del Club Alcobendas, Sergio Martín, me animó a cambiar de estilo a espalda, donde me siento mucho más suelto porque voy en línea, me canso menos y va mejor para la pasticidad», explica el joven lanzaroteño, que en poco tiempo ya ha mejorado tres mínimas, «cuando hace solo un año me habría parecido impensable», dice.

Estudiante de INEF (Educación Física) en la Universidad Politécnica, no se marca metas a largo plazo, aunque reconoce que le gustaría dedicarse a la maestría de natación, al entrenamiento «y no tanto a la docencia». También sopesa hacer el master de psicología deportiva y escribir un libro sobre su andador, que le dio la autonomía a los seis años.

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