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Adriana Beltrán
Jueves, 1 de enero 1970
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Se llama Lenny y es el leoncito diabético de Sergio. El peluche acompaña al pequeño de 6 años a todas partes y, además de ser su amigo, procura que vea su enfermedad como un juego. Sergio, además de debutar con una diabetes mellitus de tipo 1, también tiene autismo, algo que le impide comunicarse con fluidez y comprender su problema.
El pequeño va al cole desde los dos años y su madre Elizabeth, quien ha tenido que abandonar su vida laboral para su dedicación, ha diseñado una agenda escolar destinada a niños diabéticos que pueda servir de ayuda a muchas familias canarias con el mismo problema. «Al ver que mi hijo no hablaba decidí crear una herramienta de comunicación entre profesores y padres», cuenta.
El proyecto educativo tiene como fin mejorar el control de la glucemia en niños y adolescentes durante la jornada escolar, dando lugar a una mayor inclusión de los mismos en sus centros de estudios. También posibilita el retorno de muchos padres a la actividad laboral y permite un ahorro considerable en las consejerías de Educación, de Sanidad y de Trabajo y Asuntos Sociales.
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