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Un vino de lujo que sale de Anaga

Un vino de lujo que sale de Anaga

Rosa Rodríguez

Jueves, 1 de enero 1970

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Cuando Barack Obama descorchó en septiembre de 2014 una botella de Táganan parcela Amogoje los enólogos de Envínate dieron saltos de alegría. Para entonces ya tenían colocados los excelentes vinos que elaboraban con uvas del macizo de Anaga en restaurantes de medio mundo pero el descorche de Obama fue su espaldarazo definitivo.

Los sumilleres más reconocidos del mundo han dado puntuaciones muy altas a los vinos que los cuatro enólogos de Envínate están creando desde 2011 con uvas que, literalmente, cuelgan de las laderas del macizo de Anaga, en Tenerife. Y cuando los que más saben dan 95 de 100 puntos a un vino ese vino va a parar a los mejores restaurantes del mundo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, probó el Táganan blanco de la parcela Amogoje en el restaurante Estela de Nueva York en 2014 y esa elección ha servido para lanzar al estrellato los caldos de Envínate y para que las alrededor de 20.000 botellas que envasan anualmente estén ya vendidas hasta el 2019.

Los enólogos Roberto Santana, Alfonso Torrente, Laura Ramos y José Martínez han sido capaces de aunar en los vinos Táganan, tanto los tintos, como los blancos, como los dos de parcela, toda la personalidad de las uvas de Taganana y Almáciga, que dan unos caldos «muy salinos, muy atlánticos, muy verticales», asegura Roberto Santana. Él es tinerfeño y fue, asesorado por investigador Santiago Yanes, el que se fijó en esa zona tan peculiar de Tenerife donde los viñedos fueron plantados por los portugueses en el siglo XVI para, junto al 80% de los viticultores de la zona, hacer unos vinos de mucha calidad, «muy singulares, con mucha personalidad», asegura.

Santana y sus colegas de Envínate, la empresa que crearon en 2008 para asesorar a bodegas, pero con la que también se han embarcado en proyectos propios como el de Anaga y otros en la Península, buscan la máxima expresión de cada parcela, las peculiaridades climáticas de la zona y, sobre todo, dice, «producir personalizadas, que se vea que se cultiva en viñedos de verdad».

Táganan es un vino de mesa sin denominación de origen, ni bodega, ni falta que le hace. Su calidad ya tiene fama mundial.

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