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Un Rafael comprado por 239 euros, se adjudica en subasta en 27,3 millones

Un Rafael comprado por 239 euros, se adjudica en subasta en 27,3 millones

El retrato que Rafael hizo del mecenas y gobernador florentino Lorenzo II de Médicis, con motivo de su compromiso matrimonial, fue adjudicado hoy por más de 27 millones de euros, el precio más alto pagado jamás por una obra del pintor.

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

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El hasta ahora dueño de ese cuadro, el marchante de arte neoyorquino Ira Spanierman, compró la obra en 1968 por sólo 239. Si se añaden las comisiones, el marchante ha vendido el cuadro por un precio 100.000 veces superior al que él pagó.

La pintura, que se vendió por 18,5 millones de libras (27,3 millones de euros) en una subasta en la casa Christie's de Londres, es una de las pocas de Rafael que permanecen en manos privadas y está considerada una de las obras de maestros antiguos más importantes que han ofrecido al mejor postor en los últimos años.

Según el director internacional del departamento de obras antiguas de Christie's, Richard Knight, esto se debe tanto "a la importancia del artista y del modelo", como "a la procedencia de la pintura y el contexto histórico en el que se encuadra".

Lorenzo de Médicis, Duque de Urbino y gobernador de Florencia de 1513 a 1518, era sobrino del Papa León X, quien, ávido de consolidar la posición de su familia en el panorama internacional, concertó la boda de éste con Madeleine de la Tour d'Auvergne, prima de Francisco I, rey de Francia.

Como el Duque y su futura esposa no se conocían, se acordó el intercambio de retratos y quien mejor para hacer el del florentino que Rafael (1485-1520), que ya había retratado a su tío Lorenzo con ocasión de su matrimonio.

El encargo era de gran importancia para el pintor: por un lado, la obra sería vista por Francisco I, cuyo interés por las artes era ampliamente conocido, y, por otro, el modelo tenía una importancia personal para Rafael, cuyo padre había estado al servicio de la familia del anterior Duque de Urbino.

En el retrato, Lorenzo posa orgulloso y resplandeciente sobre un fondo verde y lleva en sus manos lo que probablemente es el retrato en miniatura de su prometida.

Destaca en la pintura la viveza y la valentía de los colores así como la maestría en el tratamiento de los ricos ropajes que viste el Duque, que justifican todo ello que Rafael fuera conocido como el "príncipe de los pintores".

El resultado satisfizo a León X y el retrato fue enviado a París, adonde llegó, como estaba previsto, antes que el novio.

La pareja se casó el 2 de mayo de 1518 en el castillo de Amboise y su regreso a Florencia la boda fue celebrada con un gran banquete.

Pero el matrimonio duró poco: menos de un año después de casarse, la duquesa murió tras dar a luz a su única hija, Catalina de Médicis. Sólo unos días después, fallecía su marido.

El retrato del aciago Duque figuraba entre las posesiones de uno de sus familiares, Cosme de Médicis, gran Duque de la Toscana, en un inventario hecho en 1553.

Desde entonces, ha pasado por manos de varios coleccionistas privados y ha llegado a ser subastado en tres ocasiones anteriores a la de hoy en Christie's, la primera de ellas en 1892 por 567 guineas.

Con la cifra de venta alcanzada, el retrato superó el récord logrado por una obra de Rafael, que ostentaba desde 1996 un dibujo titulado "Estudio de la cara y la mano de un apóstol", que se vendió por 5,3 millones de libras (unos 7,8 millones de euros).

Nacido en la localidad de Urbano, Raffaello Sanzio, conocido como Rafael (1483-1520), vivió en Florencia de 1504 a 1508, donde pudo absorber las influencias de algunos de sus más grandes contemporáneos, como Leonardo da Vinci y Miguel Angel.

Posteriormente, Julio II lo llamó al Vaticano e hizo de él su pintor de cámara, tarea que el genio renacentista continuó con su sucesor, León X.

Durante la subasta, dedicada a grandes maestros antiguos, se vendió por alrededor de 1,7 millones de euros "El baile del huevo", de Pieter Brueghel "El Joven" (1564/65-1637).

La subasta contó también con presencia española, al adjudicarse por alrededor de 1,2 millones de euros "Un santo portando una cruz, en un óvalo pintado", de José de Ribera, el "Españoleto" (1591-1652), y venderse por unos 180.000 euros un trabajo preparatorio de Bartolomé Estaban Murillo (1618-1682) para su Inmaculada Concepción.

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