Un punto de vista literario del deporte vernáculo
Tras toda una vida absorbiendo la vela por los cuatro costados, Morán ha querido plasmar en una tesis y en una novela su pasión por las regatas. Este licenciado en Educación física participaba en dicha competición, y una vez retirado, se ha convertido en un auténtico estudioso del tema.
La vela latina está cerca de mí, siempre he estado ligado a ella», así de claro habla Moisés, y además explica que, aunque muriera joven, su padre, aficionado al Minerva, le transmitió ese fervor por las regatas. En 1998 ficha por el Perico, y tras retirarse, se doctora en educación física con una tesis sobre vela latina. «Es un análisis que contiene dos partes, la primera es de investigación, en la que explico sus inicios hasta llegar al origen de la competición de vela latina. La segunda parte es un análisis praxiológico de este deporte, es decir, un estudio de su estructura y de todos los elementos que le rodean», explica Morán. Además, el mes pasado publica su primera novela titulada Medio minuto para morir, que trata sobre las apuestas en vela latina. Hace dos años se celebró el centenario de esta modalidad deportiva, pero Morán asegura que fue en 1876 cuando comienzan las regatas. «Un deporte se inicia, independientemente de cómo se estructure luego, desde que surge su primera manifestación. Y yo tengo constancia periodística de que en 1876 empiezan a celebrarse regatas», asegura. Un deporte que actualmente atraviesa un momento complicado. «En 2007 los patrocinadores se empezaron a retirar por culpa de la crisis, las subvenciones a todos los niveles se han ido reduciendo, y de los 23 botes que han llegado a haber tan solo quedan 10», afirma. Pero la vela se ha acostumbrado a estos altibajos, puesto que si a principios de los años 30 hasta el estallido de la guerra vivía un momento de esplendor, a partir de ahí comienza un declive que dura 25 años. En 1962 vuelve a resurgir y hasta los 90 vive la mejor época de su historia. En ese momento se inicia un segundo bache, en el que se encuentra en la actualidad. Se espera que solo sea otro retroceso pasajero, y que esta tradición deportiva siga viva por mucho tiempo.
