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"Un millón de años", la nueva historia de David Sánchez con tintes bíblicos

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

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Sin hacer un "gran proceso racional", el dibujante David Sánchez regresa con "Un millón de años", un cómic con tintes bíblicos donde el dolor, la rabia, el miedo o la violencia se apodera de unos personajes siempre temerosos de una deidad con mil identidades. Por eso tras estos sentimientos el lector no se enfrentará a una obra amable, sino directa, incisiva e inquietante, algo que, como reconoce el propio autor a Efe, no ha hecho con "ninguna intención", sino que nació de la "propia inspiración" de su trabajo del día a día. "Lo primero que hice fue el primer capítulo, que está basado en un sueño que tuve; luego sí que tuve claro que quería hacer una historia con toques bíblicos, que compartiesen escenario e ingredientes, pero un poco basándome en la inspiración, en la improvisación", ha detallado Sánchez (Madrid, 1977) sobre este cómic publicado por Astiberri. Con un escenario desértico de fondo, el dibujante da vida a reptiles convertidos en dioses (especie que ama) y a seres humanos temerosos de esas deidades a las que Sánchez no le has puesto ni un ápice de bondad. Personajes que se enfrentan a situaciones como la maternidad en situaciones extremas o la dura decisión entre ser fiel a un líder por encima de todas las cosas. "Hay cosas de las que huimos, que creemos que son malas, como la muerte o la violencia, que no nos gustan y las queremos mantener lejos, pero yo lo utilizo en el cómic un poco también de catarsis, es donde salen mis miedos", reconoce el autor de otros cómics como "Tú me has matado" (2010) y "No cambies nunca" (2012). Y, como le apetecía hacer una historia de ciencia ficción, como confiesa este autor "bastante interesado" por "el concepto de Dios" y por la "personificación que hacemos de Dios los humanos", pensó que el "ingrediente religioso quedaría bien". Con una línea clara de dibujo, Sánchez reconoce que, al igual que el argumento de su historia, tampoco es "buscado", sino que es fruto de su amor por el dibujo desde pequeño: "Se te van quedando cosas de la gente (autores) y les vas copiando. Leía a 'Tin tin' y luego descubrí a Daniel Clowes". Eso sí, en la actualidad se encuentra en un "momento" en el que tiene que hacer el "esfuerzo" de quitarse "influencias", concluye.

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