Un joven que descuartizó a su padre en Málaga se cortó las orejas para parecerse a un pitbull

"El sabía que su hijo le iba a matar, era consciente de que algo podía pasar", afirmó una trabajadora de la zona, que añadió que lo vecinos veían las disputas que tenían entre ellos.

Tres tatuajes con las cabezas de un jefe indio, de Gandhi, y del Che Guevara que llevaba el padre detrás de su hombro han facilitado la identificación de su cuerpo, que apareció sin las extremidades y con la cara desfigurada en un arroyo dentro de una bolsa de plástico depositada en un carrito de supermercado.

El dueño de un bar de la zona donde vivía explicó a Efe TV que la relación de padre e hijo era de "amor-odio" y que el joven, F.I.V.B., pegaba a su padre y le quitaba el dinero porque le gustaba la droga.

Añadió que discutían con frecuencia y que el hijo a veces cogía un bate de béisbol y rompía azulejos, cristales y puertas, por lo que acudió en numerosas ocasiones la Policía y como no se encontraba bien se lo llevaban los médicos en la ambulancia.

Una mujer que trabaja en un comercio de la zona precisó que los vecinos habían formulado hasta 21 denuncias, pero "no se podía hacer nada hasta que no hubiera algo serio, sangre, y ha sido así", por lo que cree que "es una pena que tenga que llegar a pasar esto".

Dijo que cuanto se medicaba, estaba bien y se podía mantener una conversación con él, pero "cuando dejaba el tratamiento, se convertía en violento" y decía que "quería matar al padre fuese como fuese".

También señaló que sospecharon que algo pasaba porque el padre desapareció y él dejó el tratamiento y se fue.

La Policía busca las extremidades amputadas tras el hallazgo del tronco con cabeza el pasado miércoles, días después de que fueran encontrados un brazo y unos huesos a un kilómetro de ese lugar.

La mujer que trabaja en la zona indicó que las fuerzas de seguridad han encontrado en la vivienda familiar sangre y el martillo con el que supuestamente fue golpeada la víctima.

La casa que descubrió la Policía tenía, según ella, por el suelo botes de plástico y escombros de la pared, ya que cuando al hijo "le daban los ataques, rompía la casa", y recordó que un día lanzó trozos de un televisor por la ventana.

Un joven del mismo edificio donde vivían el padre y el hijo dijo que oía a otros vecinos comentar que había mucha suciedad en la vivienda y que desprendía malos olores, por lo que acudieron a Sanidad.

Recordó que el hijo "había hecho cosas raras como cortarse las orejas para que se le quedaran de punta y coger la imagen de un pitbull".