Un callejero 'vende' la capital

La Asociación de Empresarios del Casco Histórico de Santa Cruz de La Palma, recientemente constituida, presentó el pasado lunes, en la Casa Salazar, el callejero de la capital, «el primer paso para futuras actuaciones», señaló el presidente del colectivo empresarial, Juan Rodríguez Fierro. La guía nace con el objetivo de potenciar la marca del casco histórico y dar a conocer la oferta de esta zona comercial abierta. En el mapa, que se distribuirá gratuitamente, participan 94 comercios de 43 sectores. Rodríguez Fierro considera que se trata de «una herramienta importante que contribuirá al desarrollo de la ciudad». El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Anselmo Pestana, consideró que la guía, de la que se han editado 25.000 ejemplares, será «un elemento de divulgación de nuestro rico patrimonio comercial y arquitectónico». El primer edil capitalino cree que este documento servirá «para facilitar información a los visitantes que llegan a la ciudad y, consiguientemente, para incrementar las ventas en el sector comercial». El presidente de la Confederación de Pequeños y Medianos Empresarios (Cepyme) de La Palma, Tomás Barreto, que asistió a la presentación del callejero, aseguró que Cepyme «tiene vocación de aunar las voluntades del empresariado para andar por el camino correcto». Abogó porque los comerciante «no se vean como competidores, sino que contribuyan a potenciar la marca del casco histórico para llegar a un mayor número de ciudadanos». Se trata, en definitiva, de que «se hagan las compras en la capital». En parecidos términos se expresó el presidente del Cabildo, José Luis Perestelo, quien alabó «la calidad» del trabajo realizado por la empresa palmera Azulatlántico. «Una sola iniciativa no vale, pero sí la suma de varias; por eso creo que el callejero es un instrumento que puede ayudar al desarrollo del sector comercio», apuntó. Perestelo se mostró partidario de «convertir la ciudad, con su riqueza patrimonial, en un gran centro comercial en el que se supriman las barreras arquitectónicas para hacer más atractiva la visita de los ciudadanos». Iconos. El callejero, el primero que sale a la luz de estas características, recoge también la oferta complementaria de ocio y cultura de la ciudad, y los valores arquitectónicos del casco. A la hora del diseño se tuvo en cuenta que fuera «útil» tanto para la población local como visitante. Se ha recurrido a los iconos para evitar la traducción de la guía a otros idiomas. Carlos Rodríguez, autor del diseño, aseguró que se pretende «atraer el mayor número de visitantes y vender la ciudad de una manera competitiva».