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Un acusado de intentar matar a un vecino no entiende que le culpen a él

EFE

Jueves, 1 de enero 1970

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Un hombre acusado de intentar matar y robar entre 1.400 y 1.600 euros a un vecino con el que mantenía relaciones comerciales ha negado este martes los hechos ante la Audiencia de Las Palmas, y ha dicho que en los seis meses que lleva en prisión "todos los días" se pregunta por qué se le culpa a él.

El acusado, que se enfrenta a una pena de 9 años de prisión por un delito de intento de homicidio y a otros cinco por el de robo con violencia, ha negado haber estado en casa de la víctima, en la capital grancanaria, el día en que ocurrieron los hechos, el 28 de agosto de 2010, así como haber pedido dinero a su vecino para pagar a sus proveedores.

El abogado de la defensa solicita la absolución del acusado, pues entiende que la única prueba de cargo existente es una huella dactilar recogida en la mesa del salón, donde ocurrió la mayor parte de la agresión, según han declarado los policías, y el testimonio de la víctima, si bien ésta cuando fue socorrida ese día por la policía dijo que desconocía a su agresor.

La víctima, según han explicado los policías que fueron a socorrerle a la vivienda, les manifestó entonces que desconocía a su asaltante, y que se trataba de una persona agresiva que tocó al timbre de su puerta y, tras mostrarle la navaja, le pidió dinero y le dijo que iba por encargo de otra persona, así como que le llevaba siguiendo más de un mes.

Dos días más tarde, en el hospital, la víctima, tras recuperarse del coma al que había sido inducido, manifestó a la policía que el autor fue su vecino y que hasta entonces no había dicho nada porque tenía miedo, según ha declarado al tribunal.

Así mismo, ha relatado que el acusado, que vivía unos pisos más abajo del suyo, le aguardaba en la puerta cuando él salía ese día a trabajar y comenzó a clavarle una navaja para que entrara de nuevo en el piso y le diera dinero porque lo necesitaba para pagar a un mayorista.

El acusado, dedicado a la venta mayorista, ha señalado, a preguntas de su abogado, que tanto él como su mujer poseen distintas propiedades y que no tenía problemas económicos, salvo los "clásicos de clientes que no pagan".

Además, ha explicado que había mantenido dos negocios con la víctima y que por eso había estado en su casa en dos ocasiones, una en junio de 2010 y la otra, dos meses después, el 20 de agosto, ocho días antes de que su vecino fuera apuñalado, y que las dos huellas halladas de sus dedos se deben a que la reunión la mantuvieron en la mesa del salón.

No obstante, la víctima, que sufrió 14 puñaladas que afectaron a sus órganos vitales, ha negado que la segunda reunión del 20 de agosto se produjera en su casa, pues, según ha indicado, tuvo lugar en el bazar que regenta en el sur de Gran Canaria.

El inspector de policía que se hizo cargo de la investigación ha explicado que es normal que cuando existe una relación entre la víctima y el autor se inventen versiones sobre los hechos para evitar problemas.

Así mismo, ha indicado que una vez que se detuvo al acusado no se procedió al registro de su casa en busca de la navaja o de rastros de ropa con sangre como consecuencia de la agresión.

En la causa figura una acusación particular ejercida por la víctima y sus familiares, que reclaman 14 años de prisión al igual que la Fiscalía, y una indemnización de 80.000 euros por las secuelas y daños morales, que el Ministerio Público cifra en 7.200 euros, que incluyen los 1.400 euros que se le robaron.

Además, las dos acusaciones solicitan que se prohíba al acusado aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros durante doce años.

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