Tecnología para eliminar tatuajes

Para quitarse un tatuaje, primero hay que tener en cuenta tres cuestiones fundamentales: El tipo y color de tinta que se utiliza y que está en varias capas de piel, el sistema inmune del paciente y el láser. «En este último caso, San Roque Maspalomas cuenta con un sistema ultrapulsado de última generación. Su fundamento es el de termólisis selectiva, es decir, cada láser borra un color diferente», aclaró.

Este técnica no es cuestión de un día y la media del tratamiento está en torno a las ocho sesiones para quitar el tatuaje, lo que supone casi un año «ya que entre cada sesión debe de pasar de un mes a un mes y medio», reconoció el dermatólogo. «Hay muchísimas técnicas para adelantar esos ocho meses y nosotros las llevamos a cabo en el hospital, pero todo depende del caso concreto que tratemos».

Los colores oscuros son más fáciles de quitar, detalló el doctor Santana, mientras que la gama de violetas, rojos, naranjas o amarillos son mucho más complicados. «Es importante cuando se vaya a hacer un tatuaje, tener en cuenta los colores que se utilizan y también el tipo de tinta, porque las hay que se destruyen fácilmente con los láser. Esta selección es fundamental», declaró.

La mayor parte de los pacientes obtienen un resultado satisfactorio: «Normalmente la gente que se quita un tatuaje entiende que es un tratamiento complicado, saben como funciona el láser... es decir, tiene toda la información necesaria para saber el resultado que podemos obtener», dijo el doctor Santana.

Sobre el precio, dijo que «no es más caro el tratamiento que hacerse el propio tatuaje. El precio se ajusta mucho al tipo de tatuaje y el paciente», señaló.